CINE Y PEDIATRIA 7

146 publicado: sábado 28 de mayo de 2016 Cine y Pediatría [333] Y a partir de aquí vivimos momentos muy sensibles, como la llegada de pupitres y libros nuevos al aula, cuando pintan las paredes y dibujan en ellas una vaca y una gallina; cuando reubican al padre de María, esa angelical niña hispana de doce años; cuando se propone enseñar a leer a una madre; cuando se va María. O la carta de recomendación de Stacey a la joven alumna que cambia de colegio: “Para la nueva maestra de Dana: Dana es una delicia, es inteligente, perspicaz y tiene una aptitud especial para las ciencias. Dana es amable, protectora y tiene un gran carácter. Estoy segura de que disfrutará al tenerla en su clase. Saludos. Stacey Bess. Escuela del Refugio” . Y la llamada en la distancia de María: “Voy a ser maestra, como usted… Y prométame que nunca nos diremos adiós”. Y así, entre emociones llegamos al final de toda historia real, con los títulos finales de crédito: “El Acta McKinney-Vento de 1987 aseguró los derechos para la educación de los niños sin hogar. En 1988 se construyó una nueva escuela para los niños sin hogar en Salt Lake City. Stacey Bess continuó enseñando allí durante ocho años más. Y en 1995 Stacey fue galardonada con el National Jefferson Award por el gran servicio público por una persona de treinta y cinco años o menos. Y ella continúa hablando por todo el país para promover la educación y los servicios a la comunidad” . Y luego la presentación de Emily VanCamp, la actriz principal, de la propia Stacey Bess. Y cuando llegamos al final, aparecen todas las enseñanzas que nos regala esta película más allá de la pizarra , enseñanzas bien estudiadas en distintos foros: • Que toda persona, a pesar de las circunstancias en las que viva (pobreza, desarraigo, injusticia…) no deja de ser una persona con dignidad, sueños, derechos, expectativas y una vida por delante. Y hay que atenderles como seres humanos que son. • Que a pesar de la “crisis” (algo que nos acompaña en España ya una década) y los recortes en educación, la necesidad agudiza el ingenio y que debe permanecer la ilusión por el presente y la esperanza por el futuro. • Que todos cuentan y contar con los demás nos hace mejores, como Stacey contó con el viejo profesor de arte o con la mujer que sabía algo de música. • Que cuando hacemos algo nuestro y lo amamos, lo convertimos en algo digno, aunque aparentemente sea indigno. Y que a

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