CINE Y PEDIATRIA 7

150 publicado: sábado 4 de junio de 2016 Cine y Pediatría [334] acogido por una familia francesa-sefardí de Tel-Aviv. Allí debe ocultar su verdadera identidad, pues es un simple niño negro no judío y debe hacerse pasar por tal. El niño se llama Schlomo (Salomón), tiene seis años y siempre mira hacia abajo para evitar las miradas de las personas que no conoce o hacia arriba, a la luna, pensando en su madre: “Mamá, quieren que sea como ellos. No quiero cambiar. ¿Cómo me reconocerás? Por favor, déjame volver” . Y eso que la nueva familia, con dos hijos más, lo quiere como si fuera suyo. Y solo baste recordar cómo la madre defiende como una fiera a Schlomo cuando el director de la escuela le dice que los otros padres temen que el niño les contagie alguna enfermedad de África y ella les dice: “¡Mi hijo es el más hermoso del mundo! ¿Entendido? ¡Y es tan bueno, sino mejor, que los suyos! ¡Se porta muy bien!” , y luego le lame la cara como una tigresa lo haría con su camada… Ya de adolescente y ante el rabino, continúa su deseo de encontrar a su madre biológica. Y le comienza a escribir una carta: “Querida mamá, sol de mi vida. Me dijiste ¡cambia! ¿Cambiar a qué?” . Su nueva familia judía, burguesa y progresista, le acompañará durante su adolescencia y juventud, ambas etapas cargadas de dudas sobre su auténtica identidad y la mentira con la que tiene que vivir. Se va a estudiar Medicina a Francia y, cuando ya doctor intenta regresar, se pregunta: “¿Dónde está mi hogar…?”. Finalmente se casa con Sara, su amor eterno, pero ella descubre la verdad sobre su secreto de que se hizo pasar por judío para salvarse. Sufre una gran decepción, pero la madre le explica: “Intenta imaginar el trauma de Schlomo: una madre que quiere tanto a su hijo que es capaz de

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