CINE Y PEDIATRIA 7

cine y pediatría 7 163 Marion utilizan el dinero ahorrado para sacar a Tyrone de la cárcel. Y todo se complica, y el sueño comienza su réquiem hacia la pesadilla. Finalmente, en invierno , todos los personajes caen en un espiral de autodestrucción, atormentados por los recuerdos de una vida mejor y por los sueños que nunca se hicieron realidad. Harry tiene que acudir de urgencia con una gangrena del brazo como complicación de las drogas intravenosas, brazo que le deben amputar. Sarah es hospitalizada en un psiquiátrico y recibe una terapia de electroshock que termina alejándola de la realidad. Marion vende su cuerpo a cambio de drogas, sometida a juegos vejatorios que no hubiera imaginado. Tyrone permanece en la cárcel, donde debe trabajar y recibir los insultos de los guardias: “Puede verme, puedo oírme. Apto para trabajar”. Y mientras suena el leitmotiv musical de la música de Clint Mansell, cada uno de nuestros cuatro personajes, perdido en la miseria, se pone en posición fetal derecha, como si buscaran el útero materno protector tras el descenso a los infiernos de los protagonistas bajo los acordes de “Lux Aeterna”. Y el abrazo final onírico de madre e hijo, en la televisión, donde ella le dice “Te quiero mucho, Harry”, y él responde “Yo también te quiero, mamá” .

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