CINE Y PEDIATRIA 7

cine y pediatría 7 181 prevalecían la violencia y la represión como formas de aprendizaje. Eran verdaderos santuarios del terror, reformatorios para chicos difíciles, correccionales de jóvenes airados nacidos en la posguerra. Tal como se nos muestra en la película, estos centros eran concebidos casi como campos de trabajo y centros penitenciarios de alta seguridad , aislados entre fangosos pantanos y en medio de ninguna parte. Porque la película fue grabada en los escenarios naturales gracias a la diaconía de Freistatt. Y es allí donde transcurre el descenso a los infiernos al que se ve abocado Wolfgang (encarnado con credibilidad por Louis Hofmann), uno de esos adolescentes “difíciles”, aunque su aparente dificultad realmente sea ser un adolescente vital y no aceptar a su padrastro, imagen especular de la que tiene de su bella madre (a la que le une un cierto complejo de Edipo). Y sin más, sin juicio previo, pasa del amor materno de una familia disfuncional (pero, al fin y al cabo, una familia) a la hostilidad de la estricta educación, rallando la vejación y la tortura. Cuando entra en el colegio-reformatorio, la forma que su padrastro idea para apartarlo de la vida familiar, es recibido con este informe de los Servicios Sociales: “Díscolo, desobediente. Seis meses en el reformatorio, fugado tras tres meses. Niega su conducta, miente. No atiende a razones. No quiere mejorar” .

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