CINE Y PEDIATRIA 7
192 publicado: sábado 6 de agosto de 2016 Cine y Pediatría [343] Y porque, como alguien ha referido ya, la película nos recuerda en algún momento la obra maestra de Herman Melville, “Moby Dick”. Porque el mar es un personaje más en la película, el pulso que marca el sentimiento y la pertenencia histórico-familiar, allí donde la tradición y los recuerdos conforman todo lo que somos. Allí donde Auslag menciona esta obra: “Últimamente he estado pensando en la historia de la gran ballena blanca, Moby Dick, en el capitán que la perseguía sabiendo que ponía todo en riesgo, incluso su propia vida. La persecución se convirtió en obsesión. Me reconozco a mí misma como un cazador explorando para encontrar ballenas, perseguía el momento perfecto como fotógrafa.” Es esa obsesión en busca del momento perfecto la que dirige el objetivo de la cámara documental , incluso atestiguando por sus propios hijos lo cansado y lo obsesivo que es grabar todos los momentos de su vida. Y al final, le surge la pregunta ¿cuándo terminar?, ¿cuándo dejar que el objetivo de la cámara deje de
RkJQdWJsaXNoZXIy MTAwMjkz