CINE Y PEDIATRIA 7

240 publicado: sábado 15 de octubre de 2016 Cine y Pediatría [353] Y todo empieza con una pesadilla. Una pesadilla que Connor repite a medianoche (concretamente a las 12,07 horas) desde que su madre comenzó con el tratamiento de su grave enfermedad. Porque nuestro protagonista de doce años no está pasando por un buen momento: el cáncer de su madre por un lado, el acoso escolar por otro ( “Tú siempre perdido en tu mundo, ¿qué hay tan interesante?” , le dicen los matones) y, por si fuera poco, su padre vive en América, donde ha conocido a otra mujer. Pero una noche, un anciano tejo enfrente de su ventana se transforma en un monstruo que le visita en su habitación . Porque el tejo (este árbol que es uno de los seres más longevos en la faz de la Tierra y que recibe los sobrenombres de “príncipe de los botánicos”, “segundo Adán” o “árbol de la muerte”), ese árbol viejo y robusto con propiedades curativas y connotaciones religiosas que vive junto a un cementerio ahora tiene brazos, piernas y una cara aterradora. El monstruo no quiere asustarlo, tan solo busca una cosa: la verdad, aquello que Connor más teme contar . En un primer momento parece que estamos ante una historia de terror, pero lo que realmente nos espera es una trama verdaderamente profunda, que mezcla la fantasía con la más cruda realidad . Y comienza la pista cuando Connor y su madre (Felicity Jones) ven juntos la tele, en concreto la clásica película King Kong (Merian C.

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