CINE Y PEDIATRIA 7
290 publicado: sábado 31 de diciembre de 2016 Cine y Pediatría [364] a través de personas que solo se atraviesan en nuestro camino, y de amigos queridos que nos apoyan pase lo que pase. Los milagros son amor, los milagros son Dios y Dios es perdón… los milagros son la forma como Dios nos hace saber que está aquí”. Una historia así, más pronto que tarde, vería la luz en una película. Y para ello se unieron dos mexicanos, Patricia Riggen como directora y Eugenio Derbez como actor. Su experiencia previa en la película La misma luna (2007), una cinta que apostó por un matiz sentimentalista en un relato sobre migración y familia, fue el prolegómeno de esta película que hoy nos convoca, película que también juega entre el sentimiento y el sentimentalismo, pero ahora con un argumento abiertamente religioso. Annabel Beam (Kylie Rogers, conocida por la serie Invisibles ) tenía solo cuatro años cuando empezó a padecer crisis de dolor intestinal y otros problemas digestivos. Con cinco años, sus intestinos quedaron completamente obstruidos y fue necesaria intervenirla de urgencia, la primera de muchas cirugías. Los médicos eran incapaces de determinar por qué su aparato digestivo no funcionaba como debiera y no se llegaba a un diagnóstico en los centros sanitarios de Texas, allí donde vivían: se barajaron alergias alimentarias, reflujo gastroesofágico o intolerancia a la lactosa, pero Christy Beam (Jennifer Garner, mucho más humana que en sus papeles de heroína en Daredevil o Elektra ) estaba segura de que el problema de su hija era algo más serio. Finalmente, Christy y su marido Kevin (Martin Henderson, más conocido por la serie Shortland Street ) acudieron a una segunda opinión, como siempre ocurre. Se informaron de que un gastroenterólogo pediátrico del Boston Children’s Hospital estaba
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