CINE Y PEDIATRIA 7

cine y pediatría 7 31 No consiste en recetar, sino en hacer un buen uso de aquellas películas con alto valor humano, afectivo y emocional, por sus enseñanzas: en este caso hablamos de las que denominamos películas “argumentales”. “Prescribir” películas no es ninguna novedad, pero sí es un acto poco utilizado en la práctica sanitaria. Desde Cine y Pediatría hemos recogido cientos y cientos de películas con adolescentes de protagonistas, películas de sus vivencias en todos los países, de emociones y de conciencias en todos los idiomas y en esta etapa de la vida. Y todo ello justifica nuestra reivindicación de que la adolescencia se considere como la consagración de un nuevo género, casi a la altura del cine policiaco, de aventuras, de ciencia ficción o del cine negro. Y es que la adolescencia es “de cine”. Y las muchas películas que tratan con distintos prismas las muy diversas situaciones de esta etapa tan importante de nuestra vida, puede ayudarnos. Y es así como el cine puede ayudar a los padres, familiares, educadores y a los propios adolescentes a la hora de tener un punto de encuentro para mejorar la comunicación y la educación. Por todo ello, pensamos que es bueno “prescribir” películas sobre adolescentes. Y enumeraremos algunos ejemplos. • Adolescentes en las “consultas sagradas”, identificadas como aquel encuentro médico- paciente que es digno del mayor respeto, atención y tiempo. Por tanto, que no puede ser una consulta apresurada condicionada por los 10 minutos por paciente y donde el tema que convoca es de suficiente importancia para el adolescente y su familia como para atenderle en calidad y cantidad de tiempo. Una consulta que merece una comunicación amable, cálida, digna, empática, respetuosa y serena con el paciente, donde se cuida el tiempo y el lugar, y conllevan un estilo de práctica que hace uidas las relaciones médico-paciente presentes y futuras. Y en Cine y Pediatría queremos destacar al menos dos “consultas sagradas”: el embarazo en adolescentes y el cáncer en adolescentes. Y el ejemplo de algunas películas nos pueden ayudar. – Historias de adolescentes embarazadas, entre el cine y la realidad: la historia de Jo en Un sabor a miel (Tony Richardson, 1961), de Aviva en Palíndromos (Todd Solondz, 2004), de Magdalena en Quinceañera (Richard Glatzer y Wash Westmoreland, 2006), de Juno en Juno (Jason Retiman, 2007), de Claireece “Precious” en Precious (Lee Daniels, 2009), etc.

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