CINE Y PEDIATRIA 7
cine y pediatría 7 49 La buena mentira narra la historia de un grupo de niños huérfanos de Sudán que deben aprender a sobrevivir por sí mismos y llegar a lugar seguro luego de que la guerra les quitara todo (familia, amigos, hogar). Theo, Mamere y Abital emprenden camino a través de paisajes inhóspitos con dos hermanos más pequeños, con el fin de llegar a Kenia, donde esperan conseguir refugio. En el camino, sufrirán la pérdida de los niños más jóvenes (uno de ellos, Daniel, muere en las garras de un león) y harán amistad con Jeremiah y Paul, otros chicos también huérfanos. Estos huérfanos, que logran sobrevivir a la guerra después de trece años en un campo de refugiados de Kenia, consiguen ser acogidos en Estados Unidos, todos menos Theo. La única chica, Abital, es acogida en Boston, mientras que los chicos permanecen juntos en Kansas, donde les recibe Carrie Davis (papel encarnado por la oscarizada Reese Witherspoon , quien se implicó desde un principio en esta película), una asesora de una agencia de empleo a la que reclutan para ayudarles a encontrar trabajo e integrarles, algo nada fácil. Como dice la voz en off : “Esta es la historia de mis hermanos y hermanas… Como un puente invisible sus recuerdos conectan su vida pasada con nuestra vida nueva”. La buena mentira es el enfrentamiento de la realidad del primer y tercer mundo , y nos habla del sufrimiento de emigrar, de los niños soldados, de la solidaridad bien y mal entendida, de que la vida nos es fácil para la mayor parte de este mundo… Para incrementar ese realismo hay que mencionar el hecho de que los actores que interpretan a los hermanos, Arnold Oceng como Mamere, Emmanuel Jal como Paul, Ger Duany como Jeremiah y Kuoth Wiel como Abidal, todos han sido descendientes de familias involucradas en la guerra o, incluso, niños soldado, lo que ayuda a que el papel que realizan sea aún más creíble. Y es en la llegada a otro mundo donde comienza la nueva odisea para ellos: la de insertarse en el corazón del Occidente capitalista e industrializado después de haber pasado toda la vida en la sabana africana. Un choque emocional que va desde la impresión que sufren cuando tienen que tirar la comida caducada de un supermercado a cuando oyen el timbre de un teléfono, o bien al probar la comida de un McDonald’s o comprender lo qué es un interruptor de luz. Tras su llegada al aeropuerto JFK de Nueva York, en la primavera de 2011, se enfrentan al sufrimiento y la esperanza de los retos que
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