CINE Y PEDIATRIA 8

126 Cine y Pediatría [380] fuerzas rusas se retiraron de la región; en 1999 comenzó la Segunda Guerra Chechena y concluyó al año siguiente con las fuerzas de seguridad rusas estableciendo el control sobre Chechenia. Macondo tiene de protagonista a Ramasan (Ramasan Minkailov, de una contención interpretativa que sorprende), un niño checheno de 11 años quien, debido a la complicada situación en la que se encuentra su país, se ve obligado a vivir junto a su madre y sus dos hermanas pequeñas en una comuna en Viena, un equivalente honesto de lo que pudiera ser un campo de refugiados. Su padre ha muerto en el campo de batalla y le toca asumir el papel de cabeza de familia. Una nueva película (y otra visión) sobre las infancias privadas de un pedazo de inocencia por los conflictos bélicos. No es de extrañar que veamos que en la escuela Ramasan dibuja tanques y casas ardiendo y que tenga una pregunta en mente: “¿Quién mató a mi padre?, ¿cómo lo mataron?”. Un padre que sigue vivo en el recuerdo del hijo por la foto del salón y por el regalo de un reloj de su padre (que no funciona). Porque su padre murió luchando contra los rusos y su figura ausente es sustituida espontáneamente por el hijo y, como buen joven musulmán, cuida y vigila tanto a su madre como a sus hermanas. Pero desde el momento en que aparece el personaje de Isa (Aslan Elbiev), conocedor de su padre, el vacío manifiesto y generalizado parece rellenarse, aunque ese augusto rostro de su padre que cuelga de un marco de madera en casa no le ayuda en exceso en su día a día. El encuentro con Isa cambia la vida a Ramasan, para bien y para mal. Para bien porque le ayuda a publicado: sábado 22 de abril de 2017

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