CINE Y PEDIATRIA 8
132 Cine y Pediatría [381] Como en el teatro brechtiano del que tanto bebió Ende, el público es consciente en todo momento de que está viendo una película sobre un niño que está leyendo un libro, como un alegato a favor de la imaginación entre el reino de Fantasía y la Nada , un mundo multirracial donde conviven comepiedras, dragones voladores, enanos, tortugas milenarias parlantes, lobos y otros seres. Pero un mundo que, de pronto, se ve amenazado por la invasión de la Nada. Poco a poco la Nada irá avanzando y Fantasía necesitará un héroe, encarnado en el personaje de Atreyu (Noah Hathaway), que atravesará los Pantanos de la Tristeza, bosques y desiertos camino de la Torre de Marfil, donde tendrá que salvar a la Emperatriz Infantil (Tami Stronach) para, a su vez, salvar Fantasía. Sin embargo, la película apelará al héroe que hay dentro de cada uno de nosotros , que conducirá a la salvación o a la destrucción del mundo de acuerdo con las decisiones que se tomen. “¿Por qué se está muriendo Fantasía entonces?” , pregunta Atreyu al lobo Gmork, y este contesta: “Porque los hombres han empezado a perder sus esperanzas y olvidar su sueño. Por eso la Nada avanza cada día más” . “¿Qué es la Nada?” , vuelve a preguntar Atreyu, y el lobo responde: “El vacío que queda, como una fiera desesperación que destruye este mundo… Porque las personas que no tienen ninguna esperanza son fáciles de dominar” . Y así es como cada detalle de la película está cargado de simbolismo y significado, y va más allá de un cuento infantil, como cuando habla con la vieja tortuga Morla ( “Si la Nada sigue avanzando, todos moriremos” ) o Fújur ( “Tú no te rindas nunca y la buena suerte te acompañará siempre” ). publicado: sábado 29 de abril de 2017
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