CINE Y PEDIATRIA 8

146 Cine y Pediatría [383] de los padres) para elegir el modo de parir y la prevención cuaternaria (evitar el exceso de diagnóstico, tratamiento y prevención sanitario). Y la película termina, con un fundido en negro mantenido y esta declaración de principios, sus principios (está claro que no el de todos): “En los países llamados libres, perdemos cada día la oportunidad de elegir cómo y dónde queremos parir. Cada día, por un supuesto riesgo cero, mujeres y bebés sufren traumatismos físicos y psíquicos graves ante la indiferencia general en nombre de la normalidad. Entonces mira, escucha a tu alrededor y dentro de ti, y verás día a día las consecuencias de esta deriva médica. Lo que estamos perdiendo es nuestra autonomía, nuestra libertad”. Porque está claro que en el acto de nacer debe haber, como en todo, libertad de elección con conocimiento de causa. Apoyar sin medida la humanización de todo acto médico (y, sin duda, el parto), pero preservando la seguridad del recién nacido y también de la madre. Convendría tener en cuenta para un parto domiciliario estas premisas: 1) selección de casos basada en una ausencia de criterios de riesgo durante el embarazo: partos únicos, con adecuado control y buena evolución del embarazo; 2) una concienciación muy seria y personal de los futuros padres, debidamente informados, de lo que supone el embarazo, primero, y un parto en domicilio o en hospital, después; 3) la disponibilidad, con seguridad, de unos medios domésticos aceptables (alimentación, habitaciones, duchas, limpieza,..), además de un apoyo por parte del entorno familiar más cercano (pareja, padres, etc.), y 4) la publicado: sábado 13 de mayo de 2017

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