CINE Y PEDIATRIA 8

cine y pediatría 8 151 jugando al ratón y al gato. Y los adultos son testigos ajenos sin darle importancia a lo que solo como espectadores ya nos angustia: el abuso de poder. Y siempre la misma excusa: un móvil con unos rayones que dice ser el que robaron al hermano de uno de los matones. Y esas escenas que permanecen en el recuerdo: la de la carrera es desoladora por lo pueril y por lo doloroso del abuso de poder y el sometimiento que hasta los niños hacen unos de otros; la de multa en el tranvía de los revisores a esos niños desolados a los que les han robado todo y les han sometido a vejaciones psicológicas (basta ver la cara de uno de ellos con la cámara fija en su rostro) y esa frase tan impropia como el frío de una sociedad helada.: “Tus padres tendrán que pagar porque te has colado. Sed honestos y contarles lo que ha pasado” ; la escalofriante escena cuando los cuatro chicos negros hablan (y se mofan) de la madre que llama al móvil del hijo que no vuelve a casa (como espectadores ya no sabemos cómo sentarnos); y la penúltima escena, cuando resulta imposible que los padres le hagan cambiar

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