CINE Y PEDIATRIA 8
158 Cine y Pediatría [385] Y en la Noche de los Cristales Rotos, ardiendo casas y sinagogas judías, Oskar entra en la tienda destrozada del judío Markus, allí donde compraba sus tambores, y mientras relata este pensamiento: “Había una vez un vendedor de juguetes que se llamaba Sigismund Markus, que vendía tambores pintados de blanco y rojo. Había una vez un tamborilero, se llamaba Oskar. Había una vez un vendedor de juguetes, se llamaba Markus y se llevó consigo todos los juguetes de este mundo”. El grito que rompe los cristales podría hacer referencia a la Noche de los Cristales Rotos y el primer cristal que se rompe es el de un reloj, claro símbolo del tiempo. Y otras alegorías son la presencia de enanos de feria disfrazados de soldados alemanes y una enana italiana como representantes de los fascismos europeos. La utilización del niño Oskar como protagonista narrador y observador de la historia es paradójica , ya que normalmente se utiliza la infancia como símbolo de pureza y esperanza, sin embargo, nuestro personaje es un niño grotesco que asemeja la psicosis enfermiza de aquel tiempo. Y sin dudar con la experimentación o vanguardia, caminando por las casi dos horas y media de metraje con la voz en off de Oskar como compañía , Schlöndorff consiguió ser el más comercial de todos los representantes del Nuevo Cine Alemán, pero conservando las señas de identidad del cine publicado: sábado 27 de mayo de 2017
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