CINE Y PEDIATRIA 8

248 Cine y Pediatría [401] No ocurre quizás lo mismo con la que hoy nos convoca: Carrie . Porque en 1976 Brian de Palma la convirtió en todo un clásico del cine de terror y su escena del baile de graduación en una de las más veneradas de la historia del cine. Los actores fueron una joven Sissy Spacek en el papel de la adolescente Carrie White, marginada entre su madre y sus compañeros de clase, y Piper Laurie en el papel de Margaret White, la fanática madre religiosa, con una fuerte obsesión por realizar sus propias interpretaciones de la Biblia. El dúo madre e hija fueron nominadas en esa ocasión a los premios Oscar, tanto a Mejor actriz como a Mejor actriz de reparto, respectivamente. Y en 2013 llegó uno de los remakes más esperados de los últimos años, bajo la dirección de Kimberly Peirce (la directora de una película tan especial en su debut en 1999 como Boys Don’t Cry ), con un buen tándem actoral para ese dúo madre e hija ya icónico: Chloë Grace Moretz (que ya vimos en Cine y Pediatría como la niña de La invención de Hugo [Cine y Pediatría 112]) y Julianne Moore (que ya vimos en dos papeles de madre bien diferentes, tanto en Los chicos están bien [Cine y Pediatría 63] como en ¿Qué hacemos con Maisie? [Cine y Pediatría 213]). Carrie White es una adolescente introvertida, tímida y retraída que poco o nada tiene en común con el resto de sus compañeros de instituto. Cuando conocemos a su madre, Margaret White, comprendemos esa auténtica catarsis emocional en la que se encuentra su hija, sometida a insultos, bromas y vejaciones a diario por el resto de sus compañeros. La madre, hiperpatológica fanática religiosa evangelista, con brotes publicado: sábado 16 de septiembre de 2017

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