CINE Y PEDIATRIA 8

262 Cine y Pediatría [403] (Miguel Poveda, quien con solo 16 años es un casi desconocido en esta película, antes de convertirse en un mito del cante flamenco). “Papá, me he enamorado de una teta” , llega a confesar. Y entre la resolución de su síndrome de príncipe destronado, el complejo de Edipo y su imaginario de Cataluña transcurre esta peculiar película, con imágenes al respecto: la barretina del bebé, los calçots y porrones, el pa amb tomaquet , la bandera de Cataluña clavada en la luna, los charnegos, la sardana, los castellets y la enxaneta, la maestra obesa que llamaban la Caballé, el Vichi Catalán… Y tres escenas significativas: al inicio, los reiterativos intentos de los castellers por conseguir mantener la torre en pie; en el nudo, la escena onírica de Tete bebiendo el chorro de leche que sale de la teta perfecta de la bailarina, una bailarina que bailaba al son de las canciones de Edith Piaff y que le gustaban las lágrimas de sus amantes; y el final como empezó, con los castellets , pero ahora sí consigue Tete el enxeneta llegar arriba. Y Tete logra vencer los celos y el complejo de Edipo cuando su madre le vuelve a dar el pecho… Y termina como un cuento feliz, donde el triángulo amoroso de la bailarina, el “Pedo Man” y Miguel se van juntos de gira. Y colorín colorado, el síndrome del príncipe destronado y el complejo de Edipo se ha terminado. publicado: sábado 30 de septiembre de 2017

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