CINE Y PEDIATRIA 8
cine y pediatría 8 265 casi lo que ve en casa, una existencia fundamentada en la violencia. “Solo una palabra le define: maldad” le dice el director del instituto antes de expulsarle por su comportamiento agresivo, aunque solo reproduzca patrones de su irascible padrastro sobre él. Debido a todo ello, Erik es internado en un centro educacional para adolescentes de familias aristocráticas y acaudaladas, Stjärnsberg, como una última posibilidad para liberarse de su vida anterior y seguir sus estudios. Por tanto, nos adentramos en una película más sobre la interrelación de un internado escolar, sus profesores y alumnos. Hay ejemplos de diferentes tipo , desde la musicalidad de Los chicos del coro (Christophe Barratier, 2004 [Cine y Pediatría 259]) a la descripción de una realidad como en Adiós, muchachos (Louis Malle, 1987 [Cine y Pediatría 79]), pasando por la dureza de ciertos internados vinculados a la iglesia con prácticas inapropiadas, como fueron Las hermanas de la Magdalena (Peter Mullan, 2002 [Cine y Pediatría 52]), Los niños de San Judas (Aisling Walsh, 2003 [Cine y Pediatría 128]), Philomena (Stephen Frears, 2013 [Cine y Pediatría 217]) o El refugio (Marc Brummund, 2015 [Cine y Pediatría 341]). Y hoy en Evil viene a profundizar en las agresiones de los bachilleres a los alumnos de cursos inferiores, algo que está tolerado por la dirección, quienes miran para otra parte. Y no son
RkJQdWJsaXNoZXIy MTAwMjkz