CINE Y PEDIATRIA 8

26 que “la capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual” , pasión, entusiasmo y trabajo son necesarios para alcanzar estas metas. Enseñar es comunicar conocimientos, ideas, experiencias, habilidades o hábitos a una persona que no los tiene. Ser docente es aquel que imparte conocimientos enmarcados en una determinada ciencia o arte. Maestro es aquel al que se le reconoce una habilidad en la materia que instruye. Así, para mí, conocer a Javier González de Dios fue conocer a un maestro que me abrió ventanas a paisajes poco transitados como el cine, o tantas veces me impulsa a continuar con ilusión en la tarea de hacer que nuestra sanidad mejore cada día con la gota de nuestro trabajo, y no ceder en esa atención al paciente que sufre y a su familia, con generosidad. El cine nos ofrece una oportunidad de completar esa formación que escasamente recibimos en las facultades de Medicina: ver más allá de las enfermedades, saber mirar al hombre que sufre, y así se convierte en una buena herramienta que nos ayuda a pararnos, pensar y profundizar. Si lo hacemos junto con estos libros, el fruto que obtendremos de estas películas será mucho mayor, porque sabremos reconocer a aquellos que pueden beneficiarse de lo mismo y nos atreveremos a prescribir películas, que se convertirán en medio para reconocer emociones, sentimientos, vivencias propias y de los demás. Espero que disfrutéis leyendo este libro, todos los anteriores y todos lo que vendrán después, y que su lectura se convierta en oportunidad de aprender a mirar también a través del cine. A mirar… ¿a quién? ¡A mirar al otro!, a mirarle como es, como se merece, ¡ojalá toda persona reciba una mirada acorde a su dignidad! Conchita González Cordero Médico de Familia Especialista en Cuidados Paliativos

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