CINE Y PEDIATRIA 8

cine y pediatría 8 41 su reparto sin fisuras. El guion, escrito al alimón por Brooks y Mark Andrus, que era el autor de la historia original, se zambulle con una lucidez inusitada en las vidas de tres personajes muy diferentes, que en realidad son un cuarteto o quinteto : presidido por Melvin Udall, un escritor que convive con su estado obsesivo-compulsivo de libro y se comporta como un ermitaño cascarrabias (Jack Nicholson), Carol Connelly, la única camarera que le atiende sin huir (Helen Hunt) y que vive pendiente de su hijo asmático Spencer, y Simon Bishop, el vecino homosexual y pintor de profesión (Greg Kinnear) con su perrito Verdell, de raza Grifón Bruselas. Los tres protagonistas comparten una problemática en común, piedra de toque de las neurosis con las que conviven: la falta de una figura paterna apreciada en sus vidas y vidas con doloroso pasado y presente confuso. Melvin es el Jack Nicholson más desatado en mucho tiempo (y llevamos décadas reviviendo lo desatado de este actor en papeles como Chinatown de Roman Polanski, El resplandor de Stanley Kubrick, El cartero siempre llama dos veces de Bob Rafelson, El honor de los Prizzi de John Houston, Batman de Tim Burton o Lobo de Mike Nicholson). Un papel expresamente creado para él, en el que el genio muchas veces incomprendido de Nicholson se siente como pez en el agua. Solo un actor de su inmenso talento podía dar vida a un individuo misántropo, racista, xenófobo y homófobo, con un trastorno de personalidad que dice lo primero que se la pasa por la cabeza, verdaderos “sincericidios” , es decir, homicidios de sinceridad que son formas de sadismo, de ataque al otro, por las dificultades para ponerse en el lugar del otro (lindezas como “Para escribir sobre mujeres, pienso en un hombre y le quito la

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