CINE Y PEDIATRIA 8
42 Cine y Pediatría [366] sensatez y la responsabilidad” o “Todos vamos a morir, por lo que oí tu hijo también” ). Son paradigmáticos sus actos y rituales obsesivos y compulsivos , como evitar pisar las líneas de los baldosines, lavarse las manos frenéticamente, utilizar utensilios desechables, contar las veces que cierra los cerrojos, encender y apagar la luz un número justo de veces, etc. Y así nos demuestra Melvin lo que Freud denomina “la religión privada” , donde el pensamiento es “si no hago tal cosa (encender y apagar la luz cinco veces, por ejemplo) sobrevendrá una desgracia” y donde la lista de desgracias posibles es enorme. Lo impresionante es que ni Helen Hunt ni Greg Kinnear deslucen ante la fuerza interpretativa de Nicholson, en un trío interpretativo de tres personajes dispares, que tras odiarse llegan a unirse y a amarse. ¿Cómo se consigue?: con una buena dirección de actores y con un guion precioso y preciso, una joya que uno más aprecia cuanto más se ve. Y uno piensa, como en el título de la película: mejor… imposible. Y allí esta Carol, esta madre soltera al límite del cansancio y la desesperación, que convive con la enfermedad de su hijo (un asma mal controlado que le obliga a acudir repetidamente a Urgencias en las crisis agudas) y con un sistema sanitario lleno de deficiencias cuando no se tiene dinero para pagarlo, en lo que es una crítica brutal a esa publicado: sábado 14 de enero de 2017
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