De la ternura tambien se sale. 2ª edición

[ 116 ] Por fin Ya puedo oír tu voz cuando me nombras, ya no tengo que detenerme a leer en tus labios decirme que me quieres, ya oigo el eco de tu aliento, ¡qué gozada!, cuando susurras en mi oído tu deseo mientras me abrazas con un mensaje que me niego a revelar. Gracias, amigas mías, amigos míos, por vuestros deseos, todos buenos, cuánto gozo: por estar pendientes, por vuestras llamadas, y vuestro ánimo. Por hacer que deseara volver a conectar para oír vuestras palabras y vuestras risas.

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