De la ternura tambien se sale. 2ª edición

[ 175 ] Relato de la nada Una tarde de verano, el año terminaba en dos, como la vida viniste a buscarme a mis tareas, con una torpe excusa para verme. No sabías cuál era la razón urgente de esa llamada, pero estabas segura de que era necesaria, a veces la locura no precisa objeto y rebuscabas en tu pantalón raído donde colgar la explicación para buscar mi encuentro, provocando rotos que te hacían aún más tierna. No tenías ningún botón pendiente de abrochar conmigo y yo no era el tipo que sabes merecido. Pero acepté tu beso complacido y descubrí que estabas bien dispuesta a recibir los míos, aunque temblabas, y luego verte y dejar que te acerques a mis cosas y un día amable con tu público entregado saliste a cantar tu canción enamorada de la vida, nunca sabrás lo que pasó dentro de ti,