TODAS LAS FORMAS DE DECIR TU NOMBRE

[ 10 ] [ 11 ] Una opción por la vida que tropieza también con poemas que son nuevos amaneceres. Daniel recupera con la poesía la belleza que da sentido a la vida, y el delirio encuentra su remedio, el despertar es un abrazasueños que devuelve la paz y el latido. Nace un nuevo libro. “La felicidad está en los libros/ como la paz en los olivos” dice Daniel. Mi gratitud infinita por compartir conmigo el alumbramiento de tus versos. Candela Junco ¿Y si no existimos? ¿Un prólogo me pides? Poetas para qué Se me antoja empezar a escribir el prólogo una noche de luna llena en un corral en medio de tierra de lobos. Quizá porque recordé de repente que uno de los primeros libros que pasaron a ser de cabecera –en un tiempo convulso en el que se avecinaban esperanzas, allá por el año 1975, cuando un dictador iba a morir en su cama rodeado por el “equi- po médico habitual”– era Aullido de licántropro , de Carlos Álvarez. Fue un libro que a la gente rara nos abría a un mundo rebelde, que desestructuraba todos nuestros senti- mientos y que nos incitaba a la ironía y a ser lobos frente al mundo; nos señalaba un camino en el que queríamos sobre todo aullar, más que gritar. A los que siempre nos quedá- bamos un poco en la ladera marginal de las cosas, este libro influyó e inspiró en las tristes calles de entonces más que los gruesos tomos de Karl Marx o Mijail Bakunin. Qué le vamos a hacer. Mientras unos buscaban la playa debajo de los nauseabundos adoquines de Madrid, al mismo tiempo que con ellos formaban las barricadas, los cobardes asistía- mos al arrebato (creíamos que revolucionario) junto a las mismas barricadas amarrando bajo el brazo algún libro, por si, llegado el caso, debíamos defendernos o atacar con él, arrojando las palabras venenosas contra el enemigo. Y los libros eran preferentemente de poetas.

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