TODAS LAS FORMAS DE DECIR TU NOMBRE

[ 214 ] [ 215 ] Te estaba esperando La soledad es una patera con náufragos que sueñan con un puerto seguro. La luna un refugio para amantes que temen a solas sus certezas. La luna de Valencia es el lugar donde vivir al raso las esperanzas truncadas, el sueño de un amanecer dichoso, donde encontrar la puerta de un futuro con las manos abiertas al abrazo soñado. Los náufragos y los amantes comparten el mismo destino, ambos saben estar lejos de sus sueños más queridos, ambos tienen la certeza de compartir la misma suerte, ambos temen que el olvido sea la tierra que les de su abrigo, y la esperanza de un amanecer hermoso que cambie su destino. Una mujer lloraba hoy en la playa No te bañes en las lágrimas de una mujer. ¡Quién dijo que llorar como una mujer era la otra cara de un cobarde! El llanto de una mujer es heroísmo deshidratado, el resumen de una pérdida inaceptable, la instantánea de una tragedia sin reparación posible, un naufragio inevitable, desesperado, una bomba en el hogar confiado. El llanto de una mujer quebrando el silencio de la noche es una convulsión que detiene la vida, un golpe brutal en el alma de los bien nacidos, ahuyenta el sueño confiado, extiende la inquietud más allá de la mañana. No te bañes en las lágrimas de una mujer. Nunca el dolor fue un bálsamo, ¡más bien el abrazo, una palabra a tiempo, prestarle tu abrigo, ¿abrirle tu casa? tenderle la mano, acariciar su cara!

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