TODAS LAS FORMAS DE DECIR TU NOMBRE

Habiendo salido de Galicia, que considerábamos al inicio de nuestra inmadurez un territorio aún no con- quistado, por lo que, sin remedio, tenía que convertir- se en lugar abonado para los sueños, Daniel Sánchez tenía el don de cautivarnos a todos y lo utilizábamos para que nos enseñara otros mundos que descono- cíamos. Fue así como, de manera natural, Daniel pasó a ser nuestro contador de historias; imagino que muy aburrido de que los demás no hiciéramos nada con ellas nos las muestra ahora, para nuestra satisfac- ción, desmenuzadas en sus libros. Contradiciendo un poco al querido León Felipe, le animaremos a que continúe en la tarea, pues sigue sin importarnos que nos duerman con cuentos. Como los que seguimos esperando cuando nos co- nectamos a las redes a rebuscar lo que anda por ahí y donde deseamos que nunca falte la píldora diaria de Daniel Sánchez. El amor (como la lucha por la dig- nidad) no es nunca el pasado, sino el mañana, entre otras cosas para que Daniel Sánchez nos vuelva a de- cir con nuevas palabras que aún tiene muchas más formas de decir nuestro nombre. Quizá es una decla- ración de amor a todos los que lo leemos, mientras sentimos dolor de la maldad e injusticia del mundo, pero, por contra, no desesperamos porque deseamos poder querer y abrazar a alguien hasta la muerte, aun- que solo sea a cambio de la revuelta permanente de una mirada. Manuel G. Blázquez

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