TODAS LAS FORMAS DE DECIR TU NOMBRE

[ 30 ] [ 31 ] Moby Dick Me desperté convencido de no haber dormido solo, las sábanas gritan la alegría de haber vivido el gozo de otro cuerpo junto al mío, mis manos retienen el olor a ti que me perturba, mi lengua tiene, intenso, el sabor de tu deseo. Cuando intuyo alcanzar la calma tras tu larga ausencia y puedo mentirme sobre mis días sin ti, apareces de nuevo diciendo que necesitas tenerme, me devuelves al ansia de tu aliento, a la confianza de tu abrazo, a la paz de tus ojos, al placer de tus manos, y vuelvo inevitable a mi destino pisando tras tus huellas, y ahora que te falta valor para verme, invades mi sueño, para vaciar mi deseo y llenar de locura mis circuitos que ya no me dejan ser feliz sin que me ocupes, y sentirme atado a tu destino, ballena blanca.