Patología Neurológica Infantil. Guía para profesores

40 ¿Cómo se diagnostica el TDAH? El diagnóstico lo hacen profesionales de salud adecuadamente capacitados (pediatras, neuropediatras y psiquiatras) en coordinación con educadores y terapeutas. Dicho diagnóstico de TDAH requiere que el niño cumpla los criterios DSM-5 ( Tabla 7 ). Esto es, 6 o más de los criterios de Inatención o 6 o más de los de hiperactividad e impulsividad. Además: • Los síntomas deben estar presentes antes de los 12 años. • Se han de mantener a lo largo del tiempo (persistir al menos durante 6 meses). • Se han de presentar en diversas situaciones (colegio, casa, actividad extraescolar). • Han de causar un deterioro o impedimento funcional objetivable. • Los síntomas no pueden ser mejor explicados por otros trastornos. Los cuestionarios y escalas son útiles para recabar información clínica de los padres y de la escuela (tutor, profesores, EOEP, apoyos), ver que los síntomas coinciden en los distintos entornos, evaluar la evolución clínica y la respuesta al tratamiento, y para descartar otros trastornos. Los clínicos solicitaran por ello, con autorización de los padres, la cumplimentación inicial y periódica por parte de tutores y profesores, de cuestionarios y escalas, que ellos mismos aportarán al médico, para que su actuación sea más acertada. Algunas escalas escolares específicas para TDAH, fácilmente descargable en la red, son: • Escala EDAH (20 ítems) validación para niños españoles de la Conners rating scale abreviada (Farré y Narbona, 1997). • ADHD rating scale-IV (DuPaul 1998, validada por Servera y Cardó, 2007). • SNAP-IV (Swanson, Nolan, Pelma, 2003), traducida, pero sin baremos en población española. El diagnóstico del TDAH es exclusivamente clínico y NO está indicado realizar pruebas complementarias de rutina (TAC, Resonancia, electroencefalograma ), porque no hay un marcador biológico que buscar, a no ser que se sospeche otra patología. La entrevista clínica a los padres y al paciente, la información de la escuela, la revisión de antecedentes personales y familiares neuropsiquiátricos, y la exploración física, determinan si se indican pruebas o evaluaciones adicionales, para descartar otros trastornos. Los estudios neuropsicológicos de capacidad intelectual, memoria, atención, funciones ejecutivas y habilidades visomotoras sirven para cuantificar y definir el problema, y plantear las terapias psicoeducativas que convengan. No obstante, estas pruebas no son necesarias para el diagnóstico de TDAH, porque los procesos cognitivos no son un criterio definitorio (ayudan a descartar otros problemas y para el pronóstico). Si no se consigue un buen efecto terapéutico, es cuando indudablemente merece la pena un buen estudio neuropsicológico, de funcionamiento psicosocial, y una valoración por el EOEP.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTAwMjkz