Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  28 / 194 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 28 / 194 Next Page
Page Background

CAPÍTULO 2.

LA ALIMENTACIÓN DEL LACTANTE

Una variante de la anterior es la posición de

«pelota de rugby»

. El bebé se apoya en

una almohada colocada a un lado de la madre, con la cabeza sostenida por la mano

de la madre y el vientre del bebé apoyado en las costillas de la madre. Si hace falta

sujetar el pecho, en este caso se hará formando una U. Esta postura es útil en caso de

haberse realizado el parto por cesárea, si hay que amamantar gemelos, si los pechos

son excesivamente grandes y en niños prematuros o de bajo peso al nacimiento.

Para que se produzca una succión efectiva se debe

introducir el pezón y parte

de la areola

en la boca del bebé. De esta manera, la lengua y los músculos de la

boca del bebé estimulan el pezón, lo que favorece la salida de leche con la succión.

Si solo se introduce el pezón, el bebé no extraerá bien la leche. Esto hace que

no quede satisfecho, llore y rechace el pecho, con el consiguiente riesgo de

congestión y eventual infección para los senos de la madre, entrando en un

círculo vicioso que puede poner en peligro la continuidad de la lactancia.

Duración

La duración y frecuencia de cada puesta al pecho es difícil de precisar, ya que

cada niño requiere un tiempo diferente para quedar satisfecho. En cada momento

de la tetada la leche materna tiene una composición diferente. Inicialmente

contiene más agua, calmando así la sed del bebé, después el contenido es

fundamentalmente nutritivo, con proteínas e hidratos de carbono, y finalmente

es de contenido más graso, lo que contribuye a la saciedad.

El tiempo estimado desde que el niño se pone al pecho hasta que se sacia es de

unos diez minutos para cada pecho, aunque se estima que el 90% de la leche fluye

en los primeros cuatro minutos, aunque todos estos tiempos son orientativos.

Es más importante que tome bien de un pecho el tiempo que necesite, aunque

el otro se quede sin vaciar. En la toma siguiente se empezará por el pecho

que tomó el último. A veces suelta el pecho para descansar, jugar o mirar a su

alrededor; en ese caso se puede aprovechar para ayudarle a expulsar el aire

ingerido y después ponerlo al otro pecho.

Frecuencia

Es recomendable que las tomas se hagan a demanda, aunque, de manera

general, suelen pedirlo cada dos o tres horas. Si el niño se queda dormido y no

27