EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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si es necesario con medios militares que no incluyan la presencia de
tropas europeas sobre el terreno, a neutralizar a los grupos yihadistas,
y en particular a expulsar al Estado Islámico de las zonas de Siria e Irak
que controla. Para el éxito de esta acción, es imprescindible acabar
antes con la guerra civil siria y la UE debe implicarse resueltamente en
el encuentro de una solución negociada y duradera.
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La amenaza yihadista y la guerra de Siria hacen más necesario y urgen-
te que nunca la construcción de una política exterior y de seguridad
común robusta y permanente, que permita a la UE tener el peso que
necesita en la escena internacional para abordar estos problemas, así
como el desarrollo de una defensa común europea que pueda garan-
tizar en el futuro la seguridad de los ciudadanos europeos, en coope-
ración con otros aliados y organizaciones.
5. La gobernanza global del clima
Hay que reforzar la legislación de la UE y proveer la financiación necesaria
para asegurar el cumplimento del último programa marco de medio am-
biente: lograr que en 2050 todos los ciudadanos de la UE vivan bien den-
tro de los límites ecológicos del planeta. Las líneas de actuación en el
corto y medio plazo serían:
– Calidad del aire: la UE debería recuperar los objetivos de mejora de
calidad del aire propuestos por la anterior Comisión Europea.
– Debe asegurarse el cumplimiento de la Estrategia 2020 de Biodiversidad.
– En el marco del Acuerdo de París, la UE deberá acordar una hoja de ruta
de reducción de emisiones, vinculante para todos los países miembros,
que defina cómo se cumplirá con el objetivo a largo plazo de reducción
de emisiones de entre el 80 y 95 % en 2050. En esta línea, la EU debe
asegurar el cumplimiento de los objetivos 2020 en energías renovables
y acordar objetivos nacionales para 2030 suficientemente ambiciosos
para conseguir un desarrollo de un sistema energético cercano al 100
% renovable en 2030.
– Ha de asegurarse el cumplimiento de los objetivos 2020 y 2030 en
eficiencia energética.
– Debe repensarse la estrategia de la unión energética, reduciendo el
apoyo al uso de gas y petróleo y reforzando la utilización de fuentes de
energía renovables propias.
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Hay que abrir líneas específicas de financiación favorables a las inver-
siones verdes, tanto en fondos públicos nacionales como a través del
Banco Europeo de Inversiones (BEI).