UE 2016: UN PASO MÁS PARA SER UN PODER GLOBAL RELEVANTE
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En primer lugar, la seguridad en un sentido
amplio. Las amenazas para la Unión, en conse-
cuencia, van más allá de las militares. Así, el te-
rrorismo, las amenazas híbridas, la volatilidad
económica, el cambio climático y la inseguridad
energética aparecen específicamente mencio-
nadas. Una de las respuestas que propone la
Estrategia es la seguridad colectiva de Europa
que debe venir tanto de la acción colectiva de
los Estados miembros como de la cooperación
en el seno de la OTAN.
La segunda prioridad es la resiliencia estatal
y social de nuestros vecinos orientales y meridio-
nales. La Estrategia establece un claro nexo en-
tre la situación interna de los Estados miembros
y la estabilidad y el desarrollo de los países y
sociedades al este de la UE hasta el Asia Central
y al sur de la UE hasta el África Central. En ese
marco sitúa la Estrategia el proceso de adhesión
de los candidatos orientales y de Turquía. La
construcción de la seguridad en el vecindario
europeo es pues un objetivo de la Unión.
La tercera prioridad de la Estrategia es el en-
foque integrado de los conflictos. Señala espe-
cíficamente los casos de Siria y Libia, en los que
las dimensiones a abordar son locales, naciona-
les, regionales y mundiales.
Como cuarta prioridad se fija el apoyo a ór-
denes regionales de cooperación en Europa, por
supuesto, pero también en el Mediterráneo, en
Oriente Próximo y África, en todo el Atlántico,
en Asia y en el Ártico.
Por último, la Estrategia propugna una go-
bernanza mundial para el siglo XXI en la que la
UE aboga por unas Naciones Unidas fuertes
como sujeto central del orden basado en las
normas del derecho internacional.
La relación exterior de la UE en 2016:
entre la tensión y la colaboración
Migraciones y refugiados marcan las agendas
nacionales con Turquía como socio central
Los movimientos migratorios han sido en 2016
la clave para explicar el estado de las opiniones
públicas europeas y muchos de los resultados
electorales. Sin duda, la inmigración ha sido el
elemento más determinante para entender el
triunfo del
leave
en el referéndum británico.
Muchos británicos optaron por votar a favor de
la salida del Reino Unido de la UE en base a lo
que consideraban un descontrol en la libre cir-
culación de personas y en la entrada de emi-
grantes a ese país. Igualmente, el auge de los
movimientos de extrema derecha y los populis-
mos por toda Europa debe mucho a esa percep-
ción. Las elecciones holandesas en marzo de
2017, las francesas en mayo y las alemanas en
septiembre no escaparán, con total seguridad, a
un debate centrado en esta temática.
Las fronteras de la Unión Europea han esta-
do sometidas a una gran presión desde 2015,
tanto por la llegada de refugiados, fundamen-
talmente desde Siria, como por las migraciones
económicas a través del Mediterráneo. Ese año,
2015, las entradas en la Unión alcanzaron la ci-
fra de 1,8 millones. En 2016, sin embargo, la
caída ha sido sustancial, según las cifras de
Frontex: 500.000 entradas. Los cálculos de
Naciones Unidas arrojan los mismos datos: una
reducción de más del 70 % en las entradas. En
buena medida, esta bajada se ha debido al
acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía en mar-
zo de 2016. El mejor ejemplo lo arrojan las en-
tradas por Grecia, que se han reducido hasta
un 79 % de un año a otro. Lo mismo se observa
en las entradas a través de los Balcanes, con
una caída superior al 80 %. A pesar de esta