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Este IV Informe sobre el Estado de la Unión Europea tiene el título
general “La encrucijada política de Europa”. No se trata de un capricho o
casualidad. Por el contrario, es el frontispicio de un programa de relanza-
miento de la Unión Europea, pues estamos convencidos de que los serios
problemas que tiene la Unión Europea solo tendrán solución si abordamos
sus retos políticos. En el momento en que publicamos este informe, la
Unión Europea pasa por el momento más delicado desde su nacimiento.
Los efectos de la gravísima crisis económica no acaban de superarse cuan-
do, de nuevo, aparecen los nubarrones de un nuevo ajuste en forma de
recesión o, por lo menos, de débil crecimiento.
La política de austeridad no acaba de superarse a pesar de los efectos
benéficos de la política monetaria del Banco Central Europeo y del bajo
precio de los carburantes. Tampoco el Plan Juncker, aunque bien inten-
cionado, es suficiente para invertir la tendencia, ni acaba de ponerse en
marcha, lo que retrasa sus efectos sobre el empleo. Una de las conse-
cuencias más nocivas de la crisis y su tratamiento ha sido el aumento de
la desigualdad, con la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y mayor
desregulación del mercado laboral. Y si bien es cierto que la política social
no es competencia de la Unión Europea, la política de austeridad, inspira-
da desde esta, ha contribuido a ese deterioro social. Desigualdad que no
solo ha aumentado en el interior de cada país sino también entre los esta-
dos, sobre todo entre los del norte y los del sur y entre el oeste y el este.
Hay que señalar que las intenciones que proceden de las institucio-
nes europeas, con la excepción que más adelante indicaremos, van en
la buena dirección. Nos referimos al documento de los cinco presidentes
(Consejo, Comisión, Parlamento, Eurogrupo y Banco Central Europeo)
con el compromiso de avanzar hacia la culminación de la unión econó-
mica, abordar el tema crucial de la unión fiscal para pasar, por último, a
la unión política. Pero de momento son eso, intenciones, compromisos,
planes que no se concretan en avances significativos y, además, se prevén
en plazos en exceso largos, cuando los problemas que afronta la Unión
Europea son acuciantes. Señalemos cuatro de estos retos que son tratados
extensamente en este informe: la crisis de los refugiados, el terrorismo del
Presentación