Unas cantidades adecuadas
En la mayoría de las ocasiones se tiende a poner mayor cantidad de comida en
el plato para intentar que el niño coma la cantidad que esperamos, o incluso
un poco más. Esta técnica no resultará efectiva a largo plazo porque los niños
son muy sabios y no comen más de lo que necesitan y si siempre dejan
algo en el plato, el ambiente les presiona a que se lo terminen porque, por
modales, no se debe dejar nada en el plato. Sin embargo, es una contradicción
pretender que no se dejen nada en el plato si les hemos puesto más cantidad
de la que se van a comer.
Esta situación suele generar frustración en el niño porque nunca es capaz
de cumplir con lo esperado y el familiar termina enfadándose por no haber
conseguido que el niño logre el éxito en esta actividad. Es mucho mejor poner
poca cantidad y que el niño repita tantas veces como quiera a que siempre se
deje algo en el plato y el cuidador se enfade.
CAPÍTULO 7.
PREVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA
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