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Si bien es cierto que la política de asilo y de
refugiados lleva más de 15 años ocupando un
lugar destacado en la agenda de la Unión
Europea, nunca antes había tenido una trascen-
dencia tan grande como en el año 2015 y co-
mienzos de 2016, cuando más de un millón de
personas intentaron entrar en los Estados miem-
bros de la UE.
La crisis como punto de partida
A finales de 2015, la denominada crisis de los
refugiados –que más bien debería calificarse
como una crisis de la política de refugiados eu-
ropea– condujo a una polarización política nun-
ca antes vista entre los Estados miembros, así
como a un serio bloqueo de las negociaciones
entre las distintas instituciones europeas. Si bien
todo esto se puso de manifiesto en las desave-
nencias en torno al reparto (obligatorio) de re-
fugiados entre los Estados miembros, tras ello se
ocultaba una profunda divergencia normativa
sobre la cuestión de las competencias de la UE
en el ámbito de la política migratoria y de refu-
giados en general, y sobre la orientación de las
futuras políticas. A fin de cuentas, Europa estaba
dividida en torno a la responsabilidad ética, jurí-
dica y política para con los refugiados y los soli-
citantes de asilo. La actual crisis de la política de
refugiados de la UE también ha sido definida,
con razón, como una crisis de la solidaridad y de
la responsabilidad compartida entre los Estados
miembros. Como crisis en sentido estricto, conlle-
va el riesgo de una mayor divergencia de intere-
ses, una renacionalización y una progresiva dis-
minución de la solidaridad en torno al problema
de los refugiados en Europa, pero también la
oportunidad de un replanteamiento y una vuel-
ta a los derechos humanos y a los valores funda-
cionales de la Unión Europea.
Sin embargo, a primera vista, la actual situa-
ción de conflicto, de bloqueo incluso, que existe
entre los Estados miembros, así como entre los
Estados y los órganos supranacionales, no ani-
ma a albergar demasiadas esperanzas de que se
aplique una política de refugiados más proacti-
va, en lugar de reactiva (Mayer/Mehregani,
2016), más a largo plazo, en lugar de
ad hoc
,
más coherente, en lugar de fragmentaria
(Pascouau, 2016). Quizá pueda superarse gracias
a una “Europa a dos o más velocidades”, con los
correspondientes incentivos para aquellos países
que vayan participando progresivamente en un
La crisis de la política
de refugiados de la UE
Petra Bendel