Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  32 / 149 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 32 / 149 Next Page
Page Background

EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA

32

el aumento del peso de instituciones no oficiales

de la UE, como el Eurogrupo, así como la rele-

gación del Parlamento Europeo en las nuevas

medidas de control de las políticas presupuesta-

rias de los Estados miembros. De algún modo,

la relevancia ganada por el Parlamento con el

Tratado de Lisboa se ha aminorado por el cre-

ciente uso del método intergubernamental en

las decisiones de la pasada legislatura, si bien

hay otros ejemplos importantes de su participa-

ción decisiva, especialmente en el ámbito de la

unión bancaria. Más adelante, se plantean las

dificultades efectivas del Parlamento para ejer-

cer el control sobre el Eurogrupo o de la nueva

política presupuestaria de la UE, para concluir

con una breve reflexión sobre el camino a seguir

en el inmediato presente.

El marco político e institucional de la Unión

Europea

Mucho se ha escrito sobre las deficiencias de-

mocráticas del edificio institucional de la UE. La

proliferación de nuevas instituciones confedera-

les para la gestión de la crisis económica, como

el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el

peso creciente del Eurogrupo, un órgano no ofi-

cial, e incluso la confusión entre los nombres del

Consejo y del Consejo Europeo complican, todo

ello, la visualización del diseño institucional de

la UE y el papel del Parlamento.

Para facilitar la aprehensión del marco políti-

co de la UE resulta conveniente realizar un sim-

ple ejercicio de análisis comparado de la demo-

cracia europea con el funcionamiento de la

misma en los países de nuestro entorno. Esta

comparación no aportará información adicional

al avezado lector en cuestiones europeas, pero

es una opción para reencontrarnos con Europa

de una manera sencilla.

Todos los países tienen en su estructura ins-

titucional un jefe de Estado, responsabilidad

que en ocasiones coincide con el líder del poder

ejecutivo, como en Estados Unidos. Pero en

otros países esta magistratura juega un papel

político menor. En las monarquías parlamenta-

rias europeas, el jefe del Estado es el rey o la

reina de la nación, como en el Reino Unido o

España, y su poder se circunscribe a campos de

actuación muy acotados. También, en algunas

repúblicas, esa jefatura del Estado dispone de

unas prerrogativas menores, como en Alemania,

Italia o Portugal, pero en otros países, como

Francia, su poder es muy amplio. En todo caso,

y con independencia de su poder, todos los paí-

ses disponen de un jefe del Estado.

Por otra parte, todas las constituciones de-

mocráticas perfilan un poder ejecutivo encarna-

do en el gobierno y en su primer ministro o pre-

sidente. De nuevo, su poder varía especialmente

en relación con la responsabilidad del jefe del

Estado. En aquellos países donde el jefe del

Estado tiene un papel menor, la labor ejecutiva

recae con mayor fuerza en el gobierno, como

en las monarquías parlamentarias. En otras oca-

siones, el jefe del Estado ejerce una labor de

dirección ejecutiva más sólida, como en Francia,

donde el primer ministro obviamente tiene un

papel menos relevante. Con todo, resulta senci-

llo visualizar ese juego de poder entre el jefe del

Estado y el gobierno, junto a su primer ministro,

donde la responsabilidad efectiva recae con ma-

yor o menor fuerza en uno u otro.

Por su parte, la labor legislativa también pre-

senta diferencias no menores entre los distintos

países de la UE. La mayoría de las naciones

cuentan con dos cámaras que comparten la res-

ponsabilidad legislativa y el control al poder eje-

cutivo. En algunos países federales existe un

reparto competencial entre un parlamento ele-

gido directamente por los ciudadanos, como