REFUGIADOS: EUROPA SE CRUZA DE BRAZOS ANTE LA TRAGEDIA
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2749 personas: 1300 procedentes de Grecia e
Italia (los llamados
reubicados
) y 1449 personas
procedentes de Turquía y Líbano (
reasentados
).
Pasado el verano y habiéndose incrementa-
do el drama, así como las peticiones de ayuda
de Italia y Grecia, en el mes de septiembre el
Consejo de Europa propuso la reubicación de
120.000 personas más. En esta segunda pro-
puesta nuestro país dio un viraje en su discurso,
aceptando la propuesta del Consejo y sumán-
dose al discurso de los países que reconocían la
importancia de apoyar a las personas refugia-
das. Desde las organizaciones sociales aplaudi-
mos aquel cambio de discurso, así como la pos-
terior aprobación en el Consejo de Ministros de
una partida importante para asumir el reto de la
acogida e integración de las personas refugia-
das dentro de los presupuestos del año 2016:
doscientos millones de euros destinados a las
personas refugiadas, lo que supone una dota-
ción sin precedentes en la historia de nuestro
país, que siempre había minimizado su compro-
miso con las personas refugiadas dentro de las
políticas de Estado.
Y después de Aylan, París y Colonia:
el penúltimo revés para las personas
refugiadas
Tras la ola de solidaridad se han producido suce-
sos en los que se ha tratado de criminalizar a los
refugiados sin ninguna fundamentación.
Los terribles atentados de París y los sucesos
de Colonia tuvieron un fuerte impacto sobre los
más vulnerables, y ha eclipsado buena parte de
las esperanzas de solidaridad que habían surgido.
La creciente amenaza de tratar a las personas
refugiadas como sospechosas y los intentos de
crear vínculos injustificados entre refugiados y
terrorismo son una grave preocupación.
Las crueles voces intencionadas que tratan
de buscar relación entre los refugiados y el te-
rrorismo están desvirtuando la realidad. No hay
que olvidar que son precisamente las personas
refugiadas las verdaderas víctimas del terroris-
mo que se produce en sus países, viéndose obli-
gadas a huir de las garras del horror. Unos gru-
pos terroristas que, parece estar demostrado,
han sido alimentados durante mucho tiempo
por diferentes países de Occidente y los poderes
del petróleo entre otros. Así, no podemos obviar
que el 82 % de los atentados yihadistas se pro-
ducen en países árabes como Afganistán,
Nigeria, Líbano, Mali o Yemen, entre otros.
Las medidas anunciadas por algunos países
de restringir el acceso de personas refugiadas tras
los atentados son inaceptables y contrarias al de-
recho internacional. Parece que algunos que lle-
vaban meses regateando en sus obligaciones con
los refugiados han encontrado una excusa per-
fecta, más que un motivo real, para cerrar sus
fronteras y no cumplir con sus obligaciones inter-
nacionales. No es tolerable que se manipule la
información y es necesario que los discursos de
líderes políticos y sociales y los medios de comu-
nicación sean responsables con este asunto, evi-
tando fomentar actitudes racistas y xenófobas
contra la población migrante y refugiada.
Lentos en la acogida…
Tras los acuerdos para acoger a las personas re-
fugiadas propuestos por la Comisión Europea,
la respuesta de los países miembros de la UE se
está produciendo de una manera totalmente
descoordinada, pasiva e irresponsable.
Como si de una hipoteca a pagar en cómo-
dos plazos se tratara, los Estados están asumien-
do su deber y compromiso con las personas re-
fugiadas de una forma irresponsablemente