EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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lenta, teniendo una respuesta vergonzosa ante
esta dramática realidad, donde lo que está en
juego es la vida de miles de seres humanos.
No podemos olvidar, como ya hemos men-
cionado anteriormente, que el derecho al asilo
es un derecho inalienable y una responsabilidad
de todos los estados de la UE que firmaron en
su momento la Convención de Ginebra y el
Protocolo de Nueva York, las herramientas jurí-
dicas que articulan todo lo relativo al derecho de
asilo y al compromiso de los Estados para aco-
ger a las personas refugiadas que lleguen a
Europa. Por tanto, no se trata de un gesto de
gracia, sino de una obligación.
De las 180.000 personas refugiadas que la
Comisión Europea propuso para que los Estados
acojan, vía reubicación y reasentamiento, hasta
el día de hoy solo se han reubicado a 583 per-
sonas, de las cuales España solo ha acogido a
18; y reasentado a 779 personas, de las cuales
España no ha traído a ninguna.
Mientras, entre cumbre y cumbre donde los
únicos acuerdos que se alcanzan son para le-
vantar más vallas, el invierno cae sobre las per-
sonas refugiadas, que van viendo empeorar
sus condiciones de vida atrapados en las fron-
teras.
Con su pasividad, los Estados demuestran su
falta de voluntad política para resolver la situa-
ción y la falta de compromiso con esta dura rea-
lidad. Mientras, la situación de miles de perso-
nas se está volviendo insostenible y se ve
marcada por los retrasos, regateos y parches
improvisados. Lamentablemente vemos como la
UE en su conjunto está retrasando las posibles
soluciones ante el drama de los refugiados.
El desarrollo de la reubicación está tardando
tanto en iniciarse que la mayoría de las personas
refugiadas se han visto obligadas a reubicarse
por sí mismas y miles de ellas han iniciado un
recorrido desde Italia y Grecia hacia otros países
de Europa por sus propios medios en condicio-
nes durísimas.
Así mismo, es alarmante la posición de algu-
nos Estados, como es el caso de Hungría, el cual
no está actuando en base a los tratados interna-
cionales y europeos en materia de asilo, sin ha-
ber recibido hasta el momento ninguna sanción
por parte de la Comisión Europea.
Este tipo de actitudes muestran que lo que
realmente se está poniendo en riesgo son los
valores fundacionales de la UE y el respeto por
los derechos humanos.
… y rápidos para evitar que lleguen
Todas las soluciones siguen teniendo un en-
foque orientado a desplazar de nuestras fronte-
ras, lo máximo posible, el fenómeno de la mal
llamada crisis de los refugiados.
Propuestas tales como los acuerdos con
Turquía para que controlen las fronteras y re-
duzcan, sea como sea, el flujo de refugiados a
Europa, son una muestra de esta intención. A
cambio, Turquía recibirá una importante dota-
ción presupuestaria (3000 millones de euros) y
un tratamiento privilegiado en exención de visa-
dos para ciudadanos turcos, sin tener en cuenta
los informes de instituciones internacionales
que denuncian la falta de garantías del cumpli-
miento y respeto de los derechos humanos en
dicho país.
La urgente intención de identificar a los de-
nominados “países seguros” por parte de la UE,
que forma parte de esta estrategia, es un nuevo
riesgo que se pone sobre la mesa, dado que en
muchos de estos países no se respetan los dere-
chos humanos.
Asimismo, nos enfrentamos al discurso de
que hay que dotar presupuestariamente a los
países vecinos/fronterizos que, actualmente sin