

83
Introducción
Sesenta años después de la firma del Tratado de
Roma corren tiempos revueltos para la Unión
Europea y para su histórico proyecto de integra-
ción. Están en tela de juicio sus valores funda-
mentales, su legitimidad y su futuro. Se producen
cada vez más llamamientos a la renacionalización
del ámbito político y a la devolución de compe-
tencias a los Estados miembros, lo que en la prác-
tica está frenando el progreso de la integración.
Además, las sociedades de toda Europa se en-
frentan a la creciente amenaza que representa
el populismo, la demagogia y la xenofobia. Lo
que se consideraba de sobra superado gracias a
la integración cobra de repente nuevas energías
y amenaza con desintegrar aún más la Unión
Europea.
Con este panorama de fondo, tanto las insti-
tuciones europeas como los Estados miembros
se hallan ante la misión de desarrollar nuevas
estrategias para superar los sentimientos euroes-
cépticos y la fatiga de la integración, formulando
políticas concretas que no solamente se reflejen
en la macroeconomía, sino que generen ade-
más unos beneficios reales para los ciudadanos
de Europa. Esto implica la ardua tarea de encon-
trar un denominador común a los diversos inte-
reses de los diferentes países. Velando cada vez
más por las vidas y sentimientos de las personas,
es esencial que el proyecto europeo vuelva a en-
contrarse con la vida cotidiana de sus ciudada-
nos, hallando un ámbito que afecte a todos y
cada uno de los ciudadanos de toda la Unión.
Tal como nos muestra la historia europea, la in-
tegración siempre ha tenido éxito cuando se ha
centrado en un proyecto o ámbito de política
prioritario.
También, de alguna manera, entronca bien
con el mito fundacional de la Unión Europea
empezar por las fuentes de energía y poner en
común esas competencias, tal como hicieron los
seis países fundadores en los años cincuenta del
siglo
xx
. Con este principio en mente, el presi-
dente Juncker anunció la Unión Europea de la
energía, en la que determinó cinco dimensiones
clave que pudiesen integrar las inquietudes
de todos los Estados miembros: 1) seguridad,
La Unión Europea de la
energía: ¿más integración,
o seguir como siempre?
Philipp Fink, Antoine Guillou y Robert Schachtschneider