Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  127 / 149 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 127 / 149 Next Page
Page Background

BREXIT

: EUROPA Y REINO UNIDO SE DAN UNA NUEVA Y QUIZÁS ÚLTIMA OPORTUNIDAD

127

naría en clara debilidad ante todos ellos, y tam-

bién ante la UE, que seguiría siendo el principal

bloque comercial del planeta. En materia de

política exterior y de seguridad, Estados Unidos,

su gran aliado histórico, desea ver un Reino

Unido fuerte miembro de una UE no menos

fuerte.

La posibilidad del

Brexit

genera mucha in-

certidumbre, porque en ningún momento ha

quedado definido qué implicaría exactamente.

Noruega forma parte del Mercado Único sin ser

miembro de la UE, lo cual implica asumir pasi-

vamente sus reglas sin participar en su defini-

ción. ¿Serviría ese esquema para Reino Unido?

Probablemente no, aunque existen otras alter-

nativas.

Europeístas británicos frente a euroescépticos

El bloque europeísta británico comparte la ne-

cesidad de reformar la UE en su sentido distinto

del que el europeísmo continental propone. Las

propuestas británicas podrían, en el mejor es-

cenario, constituir parte del proyecto total de

reforma que la UE pueda abordar en el futu-

ro, descartando sin embargo, incluso desde la

perspectiva europeísta británica, la participación

plena dReino Unido en el conjunto de políticas

de la UE. Así, por ejemplo, hoy resulta impen-

sable que Reino Unido reabra el debate sobre la

participación en el euro.

Las prioridades para los europeístas británi-

cos son: completar el mercado único para refor-

zar la productividad de los diferentes sectores

económicos y la competitividad europea; crear

la Unión de Mercados de Capitales; culminar

las negociaciones comerciales con los Estados

Unidos (TTIP), China y Japón; reducir el exceso

de regulación –

cut red tape

– y reforzar la polí-

tica exterior y de seguridad común. También, la

reforma y renacionalización parcial de la políti-

ca regional –fondos estructurales–, la reforma

de la PAC –aligerándola y enverdeciéndola–, la

desconfianza respecto al pilar social europeo, la

aligeración de las instituciones y de la adminis-

tración europea

Los europeístas y euroescépticos británicos

comparten determinados objetivos, algunos

muy distintos de los que un europeísta conti-

nental aspira alcanzar o incluso algunos objeti-

vos ya logrados. Así, todo lo que tiene que ver

con la unión política y el progresivo refuerzo de

la legitimidad democrática de las instituciones

europeas es un objetivo a batir. También todo

aquello que contribuya a debilitar o a diluir el

carácter intergubernamental del proceso de

toma de decisiones comunitario es criticado

y perseguido incluso por el bloque europeísta

dReino Unido, como fue por ejemplo el traslado

al Parlamento Europeo de la elección del presi-

dente de la Comisión Europea. Ambas sensibili-

dades comparten el mantenimiento del espacio

competencial del Consejo europeo y el refuerzo

del papel de los Parlamentos Nacionales (y no

precisamente en la línea de lo contemplado por

el Tratado de Lisboa).

En definitiva, el europeísmo británico no es

homologable al continental y sus debates y re-

flexiones se sitúan en un espacio muy diferente,

sin duda muy pragmático y prácticamente en-

focado exclusivamente en la dimensión econó-

mica de la UE y en su papel en el mundo. Nada

de unión política.

El europeísmo británico conduce a claras

contradicciones: por un lado, repudia los

opt-

out

, pero con su negativa a respaldar el avance

en la integración política, clave en este debate

en relación al

ever closer union

, hace imposible

evitar tener que recurrir en el futuro a nuevos

opt-out

a pesar del rechazo que generan entre

los propios británicos europeístas.