EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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gativamente en la demanda de dinero, reúne
los requisitos para ser calificada como parte
integrante de la política monetaria.
Es esencial, en este sentido, recordar que el
crecimiento económico es el factor de inciden-
cia más directa en la demanda de dinero, espe-
cialmente a medio y largo plazo.
De ahí que, teniendo en cuenta el impacto
en el crecimiento de las actuaciones de política
monetaria, la interrelación con el crecimiento
económico no es una opción para la política
monetaria (
Gráfico 12
). Es una necesidad.
Esto significa que si, como hemos expuesto
hasta ahora, la política monetaria debería estar
claramente focalizada en todo caso hacia el cré-
dito a la economía real en su conjunto, parece
claro también que, dentro de la economía real,
la expansión monetaria debería en todo caso en-
focarse de forma preferente hacia la economía
productiva con capacidad de impulsar el creci-
miento económico.
En la práctica, esto debería suponer, en pri-
mer lugar, disponer de información suficiente
sobre qué recursos de los recibidos por el sis-
tema bancario se canalizan hacia la economía
productiva. En segundo lugar, probablemente,
priorizar la canalización de la expansión mone-
taria hacia las actividades productivas, bien a
través de la propia concesión de recursos o bien
a través de una diferenciación en los tipos de
interés. Aparentemente, nada más lógico que
establecer en las operaciones de expansión mo-
netaria tipos básicos diferenciados respectiva-
mente para el destino a actividades productivas,
para el destino al crédito bancario no producti-
vo y, en caso de considerarse aceptable, para
otros destinos.
Actividades no
productivas
Impacto
inflacionario
↑
oferta
de dinero
Sin crecimiento
(no
↑
demanda
de dinero)
↑
oferta
de dinero
Crecimiento
(
↑
demanda
de dinero)
Actividades
productivas
Sin impacto
inflacionario
Eurosistema
Expansión
monetaria
Gráfico 12.
Política monetaria y política de crecimiento
Fuente:
EKAI Center.