

RECOMENDACIONES
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especialmente de los jóvenes (como ya sucede en lo educativo con el
programa Erasmus). Asimismo, debe abrirse ya el proceso para la incor-
poración de un protocolo social a los tratados, que ponga los derechos
sociales al nivel de garantía de las libertades económicas.
– El Semestre Europeo debe ser reformado para incluir indicadores socia-
les, con el fin de poner en marcha políticas contracíclicas destinadas a
generar actividad económica y a financiar políticas activas de empleo.
Estas han visto mermadas sus presupuestos desde 2008, a pesar del
aumento del paro como consecuencia de las políticas de austeridad.
– El lanzamiento formal de la política europea de empleo debe completar
la UEM, no solo generando empleo e impulsando la inversión, sino
también con otras medidas como la creación de un complemento eu-
ropeo a los subsidios de desempleo nacionales, que ayude a los países
más castigados por la crisis a invertir en el reciclaje y formación de sus
parado, así como el fortalecimiento del Fondo Social Europeo (FSE)
para los parados de larga duración y la creación de un marco europeo
de salarios mínimos interprofesionales, considerando el coste de la vida
y el salario medio de cada Estado miembro, que aseguren a todos los
trabajadores un salario digno y suficiente.
4. Protección de los refugiados
– Debe extremarse la solidaridad en este campo, con la creación de un
fondo europeo de apoyo a los refugiados.
– Deben ampliarse las vías de acceso legales: los programas de acogida
humanitarias, los visados por razones humanitarias y los esquemas de
protección temporal han de ir acompañados de medidas de movilidad
normales tales como la reagrupación familiar ampliada, la movilidad
laboral y la movilidad para estudiantes, así como de procedimientos de
evacuación por razones médicas. No obstante, deben diseñarse de for-
ma que no puedan ser aprovechados por traficantes de inmigrantes
ilegales y de seres humanos y que ofrezcan garantías contra la explo-
tación en los países de acogida.
En el interior de la UE, queda aún por negociar una completa revisión
de las directivas y reglamentos del SECA. El sistema de Dublín, en vista del
elevado volumen de refugiados, se ha revelado totalmente incapaz de
garantizar el cumplimiento por parte de los Estados miembros de la UE
de su responsabilidad en materia de protección de los refugiados. A pesar de
ello, los actuales proyectos para Dublín IV mantienen el mismo principio
de la acogida de los solicitantes de asilo por parte de los países de primera