EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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aborda una fuerte preocupación por el
dum�
ping
social muy extendida en Francia. La inten-
ción de este acuerdo, que atrajo con éxito una
atención exagerada de los medios de comunica-
ción, era mostrar a la opinión pública francesa
la influencia directa del nuevo presidente en te-
mas europeos. El discurso que pronunció
Macron durante la cumbre europea celebrada
en Gotemburgo (Suecia) el mes siguiente le pro-
pició otra oportunidad para lanzar ideas sobre
cómo reavivar la convergencia social en la UE.
Ahora el Elíseo se plantea vincular futuros fon-
dos estructurales europeos a criterios de conver-
gencia social y medidas contra el
dumping
so-
cial. Además, el presidente francés librará una
nueva batalla en esta “Europa que protege”, en
esta ocasión contra el
dumping
fiscal, apoyando
los gravámenes a la industria digital, en concre-
to a los llamados GAFA (Google, Apple,
Facebook y Amazon). El gobierno francés res-
palda la propuesta realizada por la Comisión en
marzo de 2018, y puede que la visita de Macron
a Irlanda el año que viene se utilice para ejercer
presión política en este país que apoya a los
GAFA, así como para mostrar a la opinión públi-
ca la voluntad de actuar con respecto a este
asunto fiscal que se viene señalando como un
fallo en la integración de la UE.
Otro ámbito en el que el presidente francés
quiere fortalecer a la “Europa que protege” es
la inmigración. Por ahora, sus políticas a este
respecto se han articulado sobre todo a nivel
nacional. Macron ha admitido abiertamente
que los resultados de las últimas elecciones ita-
lianas son una señal de advertencia: se necesita
una respuesta clara por parte de la UE que de-
muestre que Europa puede mantener los flujos
de entrada bajo control. El Elíseo está a favor de
revisar la Convención de Dublín para repartir
mejor la carga de los solicitantes de asilo en
toda la UE.
Una “Europa que protege” también implica
que se desarrolle la política de defensa común.
Con el Reino Unido a punto de abandonar la UE,
Francia sabe que debe empezar a llevar la voz
cantante en este ámbito, dado que será
de facto
el único Estado miembro de la UE que posea ar-
mamento nuclear y cuente con un escaño per-
manente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En el marco de la lucha contra el terrorismo en los
países del Sahel y de una política de defensa im-
predecible por parte de Estados Unidos frente a
Europa, el presidente francés anunció en su dis-
curso de la Sorbona su propia iniciativa de inter-
vención en Europa, por añadidura a la recién es-
tablecida Cooperación Estructurada Permanente
(CEP) en materia de seguridad y defensa. Esta
iniciativa francesa, inesperada, ha creado malen-
tendidos entre otros países y funcionarios de la
UE, que se preguntan en qué y por qué se dife-
rencia de la CEP. En Francia se teme que la CEP, a
la que hasta ahora se han adherido veinticinco
Estados miembros de la UE, abarque demasiado
como para resultar eficiente. Mediante esta ini-
ciativa de intervención en Europa por derecho
propio, fuera de la UE y abierta al Reino Unido,
París espera poder demostrar antes de 2024 que
puede ofrecer una protección real a los europeos.
Dejando a un lado la defensa, Macron tam-
bién concibe la seguridad en términos económi-
cos. Apoya la idea supervisar las inversiones ex-
tranjeras directas, planteada por la Comisión
Juncker, para que los europeos se aseguren los
intereses nacionales y respondan a entornos
menos abiertos. En su visita a China el pasado
enero, no solo actuó como presidente de
Francia, sino que trató de presentarse como el
primer líder de Europa, pidiendo “reciprocidad”
en la apertura de los mercados nacionales.
Dentro de Europa, Emmanuel Macron quiere
proporcionar una mayor protección y empode-
ramiento económicos a través del euro, el logro