EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
56
procedimentales de la negociación de las condi-
ciones de retirada, siendo una disposición escue-
ta, y, en algunos casos ambigua, que está siendo
rellenada por las orientaciones del Consejo
Europeo y la práctica. A medida que va desarro-
llándose, se va mostrando que tiene muchos
elementos en común con los otros dos procesos
de naturaleza constitucional: la ampliación y la
profundización. El más importante, que es un
proceso de cambio limitado o, dicho de otra ma-
nera, que no todo está abierto a la negociación.
Una buena gestión del
brexit
: una cuestión
de supervivencia para la UE
A nadie se le escapa que la retirada del Reino
Unido presenta una enorme importancia para la
UE y para todos y cada uno de sus Estados
miembros, entre ellos España, por diversas razo-
nes. Aquí querríamos destacar dos de esas razo-
nes que nos dan claves para explicar algunos
elementos de este proceso político.
La primera de esas razones es que el voto
por el
brexit
en el referéndum de 2016 ha en-
frentado a la UE ante una crisis existencial,
en
cuatro sentidos diferentes: ha roto con la narra-
tiva mítica de la irreversibilidad y bondad de la
integración; ha mostrado con toda crudeza que
los ciudadanos pueden sancionar a la UE por-
que esta no ofrece los resultados prometidos;
nos ha colocado frente a la realidad del poder
destructivo del populismo y la política basada en
la manipulación de las emociones y no el análisis
racional; y, finalmente, ha abierto un preceden-
te peligroso, que si no se aborda adecuadamen-
te, puede ser el comienzo de la desbandada de
otros Estados y el deshilachamiento o dilución
de la integración europea. Así, es precisa una bue-
na gestión del
brexit
desde las instituciones comu-
nes y los Estados miembros como imperativo para
garantizar la supervivencia del proyecto de inte-
gración europea.
La segunda razón es que la retirada del Reino
Unido de la UE, se haga como se haga, tiene y
tendrá importantísimas consecuencias comer-
ciales, económicas y políticas para la UE en su
conjunto y para cada uno de sus Estados miem-
bros por separado. Se tiene constancia de que
tanto las instituciones europeas como un buen
número de Estados están ya generando estruc-
turas institucionales para prepararse y anticipar-
se a esos cambios
3
.
Lo primero en lo que podemos pensar es en
el coste económico, que primero impactará en
el Reino Unido, pero también en mayor o menor
medida en el resto de los Estados miembros
4
.
Ese coste dependerá mucho de si la retirada se
produce de manera amigable, mediante un tra-
tado pactado, o de forma conflictiva, sin trata-
do, el escenario conocido vulgarmente como
cliff-edge
. Entre los costes hay que tener en
cuenta el coste directo derivado de los intercam-
bios económicos que se dejarán de producir o
que se reducirán por el incremento de los pre-
cios, pero también el indirecto, derivado de la
necesidad de poner en marcha nuevos órganos,
nuevas estructuras y procedimientos administra-
tivos, trasladar agencias, tener que hacer nuevo
papeleo que antes no era necesario, etc. Para
la propia UE como tal, no solo nos referimos al
coste de tener que crear todo un nuevo marco
3
El propio negociador Michel Barnier incluso reconoció
ante la prensa que la UE está realizando planes para en-
frentarse a una posible salida del Reino Unido sin acuerdo.
Zalan, E.: “EU preparing for Brexit failure, Barnier says”,
Politico,
13 de noviembre de 2018. Disponible en https://
euobserver.com/uk-referendum/139842(consultado el 2 de
abril de 2018).
4
Véase en relación con esta cuestión: Sampson, T.: “Brexit:
the economics of international disintegration”,
Journal of
Economic Perspectives,
vol. 31, n.º 4, 2017, pp. 163-184.