

LA UE TRAS EL
BREXIT
. RESULTADOS DE UNA ENCUESTA REPRESENTATIVA EN OCHO ESTADOS MIEMBROS
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cómo fortalecer la integración. Para ello, se les leyó
a los encuestados una lista de medidas para ver si
las aceptaban. Las vinculadas a proteger las fronte-
ras externas de la UE fueron las que mayores apo-
yos registraron (79 %), seguidas por las destinadas
a controlar mejor las políticas presupuestarias de
los Estados miembros (74 %). La introducción de
salarios mínimos (ajustados en función del país) en
toda la UE también fue recibida con interés.
También fueron muy aplaudidas dos pro-
puestas para dar a los ciudadanos de la UE ma-
yor participación: la introducción de referén-
dums paneuropeos sobre asuntos cruciales
(69 %) y la elección directa del presidente de la
UE (59 %). La mayoría de los encuestados tam-
bién ve con buenos ojos un aumento progresivo
de las capacidades militares de la Unión (62 %),
así como un incremento en las contribuciones
de los Estados miembros más ricos a modo de
“ofensiva de crecimiento” en Europa del Este y
los países del sur (56 %). Sin embargo, el deseo
de limitar las competencias de la UE quedó tam-
bién ilustrado cuando dos tercios de los encues-
tados se mostraron a favor de que los parlamen-
tos nacionales tuvieran derecho a mostrarse en
desacuerdo o apelar las decisiones de la UE.
Casi todas las medidas recibieron el apoyo
de la mayoría de encuestados en todos los paí-
ses, con notables excepciones. La ofensiva de
crecimiento en Europa del Este y los países del
sur fue impopular en los Países Bajos (con un
49 % en contra), y también se encontró con la
oposición, minoritaria pero creciente, de los vo-
tantes alemanes (42 %) y suecos (39 %).
Ámbito de responsabilidad nacional o
europeo
La encuesta de 2015 ya analizó las preferencias
de los ciudadanos en lo que respecta a si ciertas
políticas deberían pertenecer al ámbito nacional
o europeo. El resultado fue que existía un equi-
librio entre las competencias que debían some-
terse al control nacional y las que debían hacer-
lo al europeo. Los resultados actuales en la
materia demuestran una mayor posición proeu-
ropea. Los ciudadanos apelan a la responsabili-
dad de la UE en ocho de los doce ámbitos tota-
les: política exterior y seguridad, fiscalidad de
multinacionales, relaciones comerciales con
EE. UU., protección de datos y del consumidor,
inmigración, suministro energético y el estado
legal de matrimonios entre personas del mismo
sexo. Si comparamos ambas encuestas, vere-
mos que, en cinco ámbitos, ha aumentado lige-
ramente el interés por darle a Bruselas más
competencias.
En algunos casos, los ocho países se muestran
notablemente a favor de que exista un control
europeo. El ejemplo más claro es el de las políti-
cas de seguridad y defensa, donde dos tercios de
los encuestados se mostraron a favor de un cam-
bio en las competencias. Las mayores reticencias
vienen de Suecia, país tradicionalmente neutral.
En lo que respecta a otras políticas, existen
diferencias importantes entre países. Por lo ge-
neral, los países de Europa del Este y Europa
Occidental tienen posturas encontradas (sobre
todo en materia de refugiados). En cinco de los
seis países pertenecientes a Europa Occidental,
los ciudadanos pedían soluciones en materia de
aceptación e integración de refugiados a nivel
europeo. Los alemanes e italianos son los que
reclaman una acción de la UE más vehemente-
mente, puesto que sus países son los que mayor
carga han asumido en lo que a inmigración se
refiere. Sin embargo, la oposición en países
como Eslovaquia y la República Checa es férrea
(siete de cada diez votos en contra).
Sobre el tema de las parejas de hecho del
mismo sexo, la mayoría de los encuestados en
Eslovaquia y República Checa se mostró a favor