EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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(un 60 %), la confianza de los demás países en
Francia se colocó en un modesto 52 %. La acti-
tud de los franceses hacia su propio país tampo-
co invitaba a la alegría: solo un 53 % declaró
tener confianza en su propio país.
Estos datos aumentaron significativamente
tras la elección de Emmanuel Macron. Hoy en
día, seis de cada diez ciudadanos de los siete
Estados miembros tienen confianza en Francia
(un aumento de ocho puntos porcentuales). Los
alemanes son los que más confianza demues-
tran, con un porcentaje del 74 % (lo que se tra-
duce en una subida de 15 puntos porcentuales).
Este incremento solo se ve superado por el de
los suecos (con una subida del 16 %), aunque el
nivel de confianza total se coloca en un discreto
59 %. Sin embargo, lo más significativo es, sin
duda, que los franceses han recuperado la fe en
su propio país (con una subida del 11 %, hasta
situarse en el 64 % de aprobación).
Desde 2015, dos de cada tres ciudadanos de
los siete Estados miembros confían en Alemania.
La relación de los franceses con su país vecino ha
mejorado (la confianza ha subido cinco puntos
porcentuales, hasta colocarse en el 65 %).
Además, la imagen que los alemanes tenían de sí
mismos ha mejorado y un 88 % de los ciudada-
nos encuestados creen que el papel que desem-
peña Alemania dentro de la UE es positivo. Tanta
confianza en uno mismo puede hacer que otros
desconfíen, y ese parece ser el caso de los checos
(que ahora confían un 7 % menos en sus pode-
rosos vecinos). Parece que política liberal empren-
dida por Alemania en materia de refugiados le ha
granjeado pocos amigos en la República Checa.
Ahora que el
brexit
es inminente, Italia se vol-
verá automáticamente más influyente como tercer
país más grande de la UE. Por eso, es importante
notar que el nivel de confianza en el país ha
subido bastante (un 7 %). Este aumento en la
confianza es especialmente significativo en
Alemania (donde se ha registrado una subida
del 14 %) y España (un aumento del 10 %). Sin
embargo, la confianza en el país sigue siendo
más bien baja entre los siete Estados miembros
(con un porcentaje medio del 35 %). Los pro-
pios italianos comparten esta desconfianza:
apenas un 40 % se muestra ilusionado con el
papel que juega su país dentro de la Unión (el
porcentaje más bajo de entre todos los que se
han autoevaluado para la encuesta).
Los resultados de Polonia en términos de
percepción exterior son todavía peores. Como
ya sucedió en 2015, solo una de cada cinco per-
sonas ve su aportación con buenos ojos.
Además, Polonia tampoco goza de buena ima-
gen entre los Estados miembros de Europa del
Este: solo uno de cada cuatro checos o eslova-
cos confía en su vecino. La confianza en el país
también se ha visto afectada por las elecciones
parlamentarias, en las que el partido ultracon-
servador Ley y Justicia (Prawo i Sprawiedliwosc
[PiS]) consiguió la mayoría absoluta.
Confianza en partidos políticos a la hora de
representar los intereses del propio país
La confianza en la UE también depende de lo
bien o mal que los ciudadanos consideren que se
ven representados los intereses de su propio país.
En estos casos, los partidos políticos y sus líderes
son clave. En 2015, se preguntó a los ciudadanos
qué partidos políticos creían que representaban
mejor los intereses de su propio país.
Si analizamos los ocho países, veremos que
la forma en la que se distribuye la confianza va-
ría enormemente. Parece que la idea de apostar
por uno de los dos bloques principales (conser-
vadores y socialdemócratas) está obsoleta. En
todos los países, un 17 % se decantó por un
partido que se enmarca en el Partido Popular