CAPÍTULO 3.
ALIMENTACIÓN INFANTIL
43
Pasados los primeros dos años de vida comienza una fase de transición que
trascurre desde el periodo de crecimiento y desarrollo acelerado del lactante
hasta un periodo de crecimiento estable y mucho más pausado, con una
madurez digestiva similar a la del adulto y en la que se van a adquirir los
hábitos de alimentación que perdurarán durante la infancia e, incluso, durante
la edad adulta. Finalmente, esta fase acabará con otro periodo de crecimiento
acelerado, el estirón puberal, que se caracteriza por una serie de condicionantes
especiales en lo relacionado con los hábitos de alimentación.
COMPONENTES DE LOS ALIMENTOS
Los alimentos que ingerimos aportan los productos nutricionales que
necesitamos para mantener la actividad física diaria, así como para conseguir
un crecimiento y un desarrollo óptimos durante la infancia.
Los nutrientes que nos aporta la alimentación son las proteínas, los hidratos
de carbono, las grasas y las vitaminas y minerales, todos ellos necesarios en la
adecuada proporción que asegura una dieta bien balanceada.
Proteínas
Constituyen el componente estructural más importante de las células, además
de participar en numerosas funciones del organismo: transportadores de
sustancias, hormonas, reguladores del metabolismo, etc. Además de esta
función estructural, su metabolismo puede también producir calorías necesarias
para el mantenimiento de la vida.
Es importante aportar la cantidad adecuada con la alimentación, además de
asegurarse de que la proteína sea de buena calidad o alto valor biológico.
Hidratos de carbono
Este grupo lo componen los azúcares de la alimentación y la fibra de los
vegetales.
Los azúcares proporcionan glucosa, que es la fuente fundamental de energía
para el cerebro y los glóbulos rojos. Las fibras vegetales son azúcares que el
organismo no es capaz de digerir pero que son necesarias porque intervienen