CAPÍTULO 5.
TRASTORNO DE ALIMENTACIÓN ORGÁNICO
Respeto de los tiempos del niño
Durante la alimentación, ya sea lactancia materna, con biberón o con cuchara
o tenedor, es importante aumentar las pausas de descanso para dar tiempo
a que el niño se autorregule y se organice. El pequeño debe organizar su
respiración, sobre todo si tiene dificultades para respirar por la nariz y presenta
una respiración bucal; debe recolocar la posición del cuerpo y, además, el niño
cada vez querrá tomar una parte más activa en el proceso de alimentación,
intentado hacer cosas por él mismo (sujetar el biberón, coger comida con las
manos, sujetar la cuchara e intentar llevarla a la boca, etc.). Estos procesos de
aprendizaje requieren su tiempo de práctica y exploración. Si no se les da la
oportunidad de experimentar y ensayar no podrán aprender nuevas estrategias
para comer solos y fomentar su autoestima y una buena relación con la comida.
La importancia de una buena postura
Hagamos una experiencia práctica para comprender la importancia de la
postura en el proceso de la alimentación. Incline su cabeza hacia atrás y mire
al techo. Intente tragar en esta posición. ¿Es sencillo? Ahora incline su cabeza
hacia delante y mire al suelo. Intente tragar. ¿Le sigue costando? ¿Cómo es más
difícil? ¿En qué postura puede tragar sin problema? Ahora piense en la postura
de la cabeza de un niño cuando hablamos con él o cuando le sentamos para
comer en la mesa de los adultos o en una silla pequeña (o carrito de paseo) y
nosotros en una silla de adulto.
Si no nos agachamos y nos ponemos a la altura del niño para hablar con él o
a la hora de darle de comer la posición de su cabeza, siempre será inclinada
y mirando hacia arriba. Lo niños siempre nos mirarán inclinando su cabeza,
porque lo niños muestran interés en estar conectados y comunicarse con
nosotros la mayor parte del tiempo y ya hemos vivido qué se siente al intentar
tragar en esta posición, ¿verdad? Así que, después de esta reflexión vamos a
hacer un especial hincapié en fijarnos si la postura del niño al darle de comer
es la adecuada.
Si el niño es pequeñito o no puede sentarse por sí mismo por falta o exceso
de tono muscular, le cogeremos en brazos en una postura cómoda tanto para
él como para nosotros y le ayudaremos a sostener su cabeza en la posición
correcta, con el cuello en una posición neutra con respecto al cuerpo. Si el niño
es capaz de sentarse por sí mismo y sostiene su cabeza y tronco sin problemas
buscaremos un mobiliario acorde a su tamaño.
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