LA GOBERNANZA GLOBAL DEL CLIMA Y LA ENERGÍA: LA CUMBRE DEL CLIMA DE PARÍS
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y accidentes cerebrovasculares. Si hablamos de
contaminación de origen industrial, su coste es
de 329.000 millones de euros solo en el perio-
do 2008-2012. La mitad de esta contaminación
industrial es producida por el 1 % de las plantas
industriales y el 90 % del daño es ocasionado
por un 14 % de estas plantas; la mayor parte de
ellas son plantas eléctricas de carbón y lignito.
Finalmente, el uso de sustancias químicas cada
vez más presente en productos de consumo, se
asocia a la mayor incidencia de enfermedades y
trastornos endocrinos en humanos.
La política ambiental de la Unión Europea
en 2015
En este marco de urgencias ambientales co-
menzó su andadura la nueva Comisión Juncker.
Unas semanas antes de comenzar el año 2015,
la Comisión anunció una medida inédita has-
ta ese momento en la UE: la retirada de dos
de los paquetes de medidas en los que venía
trabajando el equipo de la Comisión anterior,
y que habían sido el buque insignia, en mate-
ria ambiental, de ese gobierno: el paquete de
economía circular y política de calidad de aire.
El nuevo equipo argumentaba que la UE debía
enfocarse “en lo realmente importante: inver-
sión para crear crecimiento y empleo” trayendo
de este modo de vuelta la idea de la falsa dico-
tomía entre crecimiento y protección ambiental,
la idea de que la protección ambiental es un
lujo que no podemos permitirnos en tiempos
de crisis, que las políticas ambientales son un
coste excesivo al sistema, se traducen en una
sobrecarga al sector privado y un freno al cre-
cimiento y deben por tanto evitarse. Este argu-
mentó destruyó de un plumazo el trabajo reali-
zado durante las décadas anteriores, en las que
la UE entendía que las medidas de protección
ambiental, la lucha contra el cambio climático
y el uso responsable y eficiente de los recursos
naturales como elemento de competitividad,
crecimiento y creación de empleo.
La nueva Comisión decide enfocar su po-
lítica ambiental en la nueva estrategia marco
de unión energética para acabar con la depen-
dencia de Rusia. Las críticas por parte de las or-
ganizaciones no gubernamentales (ONG) am-
bientales y por una parte de los eurodiputados
a este giro no se hicieron esperar. Se retiraron
más de 80 medidas que habían sido propuestas
por el equipo anterior. Por ejemplo, el objeti-
vo de aumentar hasta el 80 % el reciclaje del
envasado, la prohibición de envío a vertedero
de ningún material en 2025 o la reducción del
30 % de residuos en 2025. En materia de ca-
lidad de aire se había propuesto que los países
miembros limitarán sus emisiones de varios de
los elementos responsables de la contaminación
del aire: el azufre, el dióxido de nitrógeno, el
dióxido de carbono, las partículas en suspensión
y los precursores del ozono troposférico, conta-
minante de especial preocupación en España,
según la Agencia Europea del Medioambiente.
La Comisión había calculado que solo las medi-
das de mejora de calidad de aire salvarían has-
ta 58.000 vidas en Europa hasta 2030 y la UE
ahorraría entre 40.000 y 140.000 millones de
euros en gastos derivados de la contaminación
del aire. El coste de estas medidas era de 4000
millones de euros (Comisión Europea, 2013).
Esta retirada había sido solicitada por
BusinessEurope, representante de las organi-
zaciones empresariales en Europa, que argu-
mentaban que las medidas propuestas eran
demasiado ambiciosas y que su cumplimiento
afectaría gravemente a la competitividad de las
empresas europeas. Finalmente, y tras la presión
de una parte de los estados miembros de la UE,
algunos sectores empresariales y organizaciones