43
Introducción
A partir de 2014 se hacen manifiestamente pú-
blicos datos reveladores sobre lo que está suce-
diendo en el conjunto de la política de inversión
de la Unión Europea (UE). Una política cuyo
esfuerzo fundamental, desde el punto de vista
político y mediático, está claramente centrado
alrededor del Plan de Inversión para Europa,
comúnmente conocido como Plan Juncker. La
práctica simultaneidad en el tiempo de la puesta
en marcha de este plan y de los programas de
expansión monetaria a largo plazo impulsados por
el Banco Central Europeo (BCE), nos lleva a unas
cifras que, cuando menos, podemos empezar cali-
ficando como “sorprendentes”
(Gráfico 1)
.
El extraordinario contraste entre las cifras
del que consideramos como “gran esfuerzo”
de la UE en materia de impulso de la inver-
sión productiva –Plan Juncker– y los recursos
a largo plazo entregados durante estos años al
sistema bancario es, en principio, llamativo. Si
partimos de las cifras del gráfico anterior, nos
encontramos con que los recursos destinados a
la expansión monetaria a largo plazo han sido
136,2 veces superiores a los destinados al Plan
Juncker
1
.
Si se prefiere, podemos comparar estas cifras
con el producto interior bruto (PIB) de la eurozo-
na en 2014 (19 estados) en la
Tabla 1
.
A partir de este dato, determinados agentes
de la economía productiva europea han empe-
zado a hacerse preguntas. La primera de ellas
es la de hasta qué punto podemos decir que
la política de impulso de la economía real y la
política de expansión monetaria no tienen nada
que ver entre sí. Aparentemente, en ambos
1
En su reunión del día 10 de marzo de 2016, el Consejo
de Gobierno del BCE adoptó algunos acuerdos de relevan-
cia con respecto a la continuidad (e incluso reforzamiento)
de los programas de expansión monetaria. Entre ellos: “Las
compras mensuales en el marco del programa de compras
de activos se incrementarán hasta 80 mm de euros a partir
de abril. […] Los bonos denominados en euros con califi-
cación de grado de inversión emitidos por sociedades no
pertenecientes al sector bancario establecidas en la zona
del euro se incluirán en la lista de activos admisibles para
las compras periódicas. […] A partir de junio de 2016 se
ejecutará una nueva serie de cuatro operaciones de finan-
ciación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO II),
todas con vencimiento a cuatro años. El tipo de interés en
estas operaciones podría ser tan bajo como el aplicable a la
facilidad de depósito”.
Política monetaria
y economía productiva
en la eurozona
Adrian Zelaia y Carlos Trias Pintó