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La desigualdad en Europa ofrece múltiples face-
tas y cuenta con una larga historia. Los indivi-
duos, al igual que los países, se diferencian en-
tre sí en muchas cosas (el poder que ostentan,
la renta o la riqueza de que disponen, su espe-
ranza de vida, etc.) y a su vez manifiestan diver-
sas formas de desigualdad. Desde la política a
menudo se distingue entre igualdad de oportu-
nidades, igualdad de rendimiento e igualdad de
resultados. Este artículo se centra en las diferen-
cias entre las rentas. En Europa, esta diferencia
se hace patente en tres dimensiones: dentro de
los Estados miembros, entre los Estados miem-
bros y en el conjunto de la Unión Europea (UE).
Cabe ser prudente incluso cuando nos limita-
mos a hablar de la desigualdad entre las rentas,
ya que la renta y el bienestar, así como su desa-
rrollo y distribución, presentan una multitud de
problemas y dificultades. Estas también apare-
cen cuando se analiza su evolución en Europa
desde una perspectiva internacional. Para em-
pezar, cabe distinguir entre los hechos observa-
dos (ingresos brutos o renta disponible, en rela-
ción con el poder adquisitivo o al tipo de cambio)
y las unidades que se van a comparar (países,
regiones, hogares, factores de producción).
Indicadores
En el presente análisis, el principal indicador será
el producto interior bruto (PIB). Sin embargo, en
una comparación a escala internacional, es pre-
ciso considerar los efectos del tipo de cambio y
la inflación. Del mismo modo, al comparar las
rentas reales a menudo tiene más sentido hacer-
lo en relación con las unidades de poder adqui-
sitivo (UPA) que con los tipos de cambio. En los
países más pobres, la renta per cápita suele re-
sultar más alta cuando se mide en relación con
las unidades de poder adquisitivo que cuando se
toman de referencia los tipos de cambio, dado
que en estos países todo es más barato. En par-
ticular, en los países más pobres los alquileres y
los servicios tienen un menor coste (como resul-
tado de unos salarios más bajos), mientras que
los precios de los bienes comerciabilizables no
varían tanto. Cuando, a consecuencia de un pro-
ceso de recuperación, el estado de desarrollo de
un país más pobre se aproxima al de los más ri-
cos, se produce por regla general una revaloriza-
ción real, que suele combinar una revalorización
de la moneda y una mayor tasa de inflación, que
tenderá a reducir la diferencia entre el poder ad-
quisitivo y el tipo de cambio.
La desigualdad en Europa:
tendencias dispares
Michael Dauderstädt