LÍNEAS DE CONFLICTO EN ALEMANIA SOBRE LA REFORMA DE LA UE
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mensaje popularizado por los medios de comu-
nicación de que necesariamente se tenga que
“tender la mano” a las propuestas del presiden-
te francés Emmanuel Macron para “refundar
Europa”. Y, en determinados aspectos, también
se muestran críticos con los planteamientos re-
lativos a las reformas planteadas desde 2017
por la Comisión Europea dentro del marco del
Libro blanco sobre el futuro de Europa
.
Frente a este sector europeísta están los
opositores a Europa del AfD, que abogan firme-
mente por la disolución de la moneda común y
por el cierre de fronteras. El partido se fundó
durante la crisis del euro como un conglomera-
do de liberales y conservadores críticos con la
política de rescates europeos que de nuevo se
concedieron a países de la zona euro en crisis,
pero las voces cada vez más nacionalistas aca-
baron imponiéndose. El AfD se destaca de to-
dos los demás partidos representados en el
Bundestag
por sus posiciones cada vez más ra-
dicales. Al principio, en la fase de creación, el
partido advertía contra la mayor transferencia de
soberanía a la UE, contra el debilitamiento de los
principios de estabilidad ordoliberal y la transfe-
rencia a otros Estados miembros de la zona del
euro de fondos recaudados en Alemania. Desde
entonces, defiende todas las posturas imagina-
bles contra el estado de integración existente,
desde la exclusión de ciertos países de la unión
monetaria europea hasta monedas paralelas y la
liquidación de la moneda comunitaria, pasando
por la salida de Alemania y la división Norte-Sur
de la zona euro. Por ello, el AfD rechaza cual-
quier tipo de reforma progresiva de la configu-
ración de la zona euro. En la cuestión migrato-
ria, el AfD es el único partido que defiende la
postura extrema del cierre unilateral de fronte-
ras para evitar la inmigración. Según sus plan-
teamientos, solo podría haber una migración de
alta cualificación hacia Alemania y solo según
las necesidades económicas. El derecho de asilo
debe restringirse drásticamente y, en este senti-
do, la cooperación con otros Estados debería
concentrarse únicamente en la protección de las
fronteras exteriores de la UE.
Aunque estos dos bandos se diferencian cla-
ramente entre sí, no se puede obviar que tam-
bién existen corrientes que no están satisfechas
con la evolución de las crisis del euro y los refu-
giados dentro de los partidos europeístas. El
creciente malestar de gran parte de la población
respecto a la UE, que refleja la victoria electoral
de los populistas de derecha, ha desviado el dis-
curso político de los últimos años en Alemania
totalmente hacia la derecha. El discurso basado
en los beneficios comunitarios europeos se ha
desplazado hacia planteamientos de maximiza-
ción de los beneficios nacionales y autodetermi-
nación. Ciertos críticos de los partidos CDU
(Wolfgang Bosbach), CSU (Peter Gauweiler) y
FDP (Frank Schäffler) dejaron patentes estos
planteamientos ya al comienzo de la crisis del
euro; en calidad de diputados del
Bundestag
,
estos visibilizaron su oposición a la política de la
canciller en los medios y se posicionaron contra
la opinión general de sus grupos. A medida que
avanzaba la crisis, las posiciones críticas obtuvie-
ron un apoyo más amplio. De este modo, mu-
chos políticos conservadores, como el actual
primer ministro del Estado de Baviera, Markus
Söder, o incluso el antiguo ministro federal de
finanzas, Wolfgang Schäuble, abogan por que
Grecia salga de la unión monetaria al menos de
forma temporal. Llama la atención la manera
con la cual el CSU bávaro adopta de las posturas
del AfD, aún con mayor intensidad en lo que se
refiere a la cuestión migratoria y la integración
que en el asunto de la reforma de la unión mo-
netaria. Con el argumento de “cerrar el flanco
derecho”, el jefe del CSU y ministro federal del
interior, Horst Seehofer, ha sorprendido, entre